Feria de Bilbao
«Duelen más las cornadas de los despachos»
Como si estuviera dentro de una película surrealista, me veo rodeada de enormes sonrisas. Hoy estoy obtusa.-¿ Por qué sonríe tanto?-¿Y por qué no? La vida sonríe a los que sonríen a la vida. Y, aunque es cierto que hay muchas lágrimas, hay que aprender a surfear entre ellas para encontrar la gran sonrisa.-Parece que ha dado con ella...-(Risas). Son momentos, como el de tener la cabeza llena de proyectos y hacer castillos en el aire sin permitir que un viento frío los tire abajo.-Es usted un soñador.-No hay que dejar de soñar nunca. Ahora es la interpretación lo que me llena de ilusión, aunque muchos me critiquen. Piensan que un torero sólo puede ser torero y tener una vida dedicado al toro.-Zapatero a sus zapatos..-Es una pena, pero parece que sólo está permitido dedicarte a un profesión cuando se pueden hacer muchas otras desde el respeto, la honestidad y la honradez .-Y la libertad.-Eso es, pero le diré que, ante todo, soy torero. Sigo toreando porque es mi pasión pero a la vez, aunque muchos sigan sin entenderlo, estoy abriendo una nueva puerta a la creatividad y a la magia de un escenario.-Jugarse la vida o vivir otras vidas.-Eso es. El toreo es duro porque te enfrentas a ti mismo en cada momento, a tus miedos y a tus propios límites, pero a la vez es precioso. Vives cada día como un regalo y por eso lo disfrutas al máximo. En el escenario no te juegas la vida, pero te invade una sensación cargada de adrenalina y nuevos temores. Y, como cuando sales a la plaza, te preguntas si tendrás una buena tarde o si el público lo agradecerá. -Regáleme un recuerdo.-La primera vez que estuve ante un toro fue mágico. Me envolvió el olor, la gente, el traje de luces... En ese momento supe que sería torero. No hay nada comparable con salir al ruedo. De repente, todo se queda en silencio y sólo escuchas el eco, la gente, los olés... Es mágico y a la vez durísimo.-¿Duelen las cornadas?-Duelen más las de los despachos que las del ruedo. Cuando, a pesar de haber triunfado una temporada, los empresarios no cuentan contigo. Parece que no entienden que se pueda ser torero y actor cuando la realidad es que el alma del torero vive conmigo. Se puede ser torero actuando, bailando o caminando. ¿Usted sólo es periodista?-Lo que no soy es torera...-Ja, ja, ja. Hay gente que lo desconoce, pero he toreado más de 50 tardes en Las Ventas en las que he cortado 15 orejas y he salido por la puerta grande. Y me siento orgulloso. Por eso me gustaría que reconociesen un poco mi trayectoria. -Tengo que preguntarle por la polémica medalla de Bellas Artes..-No lo entiendo. Entre los toreros siempre ha habido un pacto de solidaridad porque sabemos lo que es ponerse delante de un toro. Por eso no me parece bien lo que el maestro Camino y José Tomás han hecho. Está fuera de tono.-Pues eso... ¡Olé y acción al torero actor!
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