El 23% de los españoles bebe más alcohol en verano

No nos engañemos: en España, como buen país mediterráneo, nos gusta beber. Ahora bien, la estrecha relación entre el consumo de alcohol y accidentes de carretera es un hecho también incuestionable. Con motivo de su campaña de verano, la Dirección General de Tráfico mostraba a los conductores un puñado de datos para la reflexión: el porcentaje de los fallecidos en 2008 que dio positivo por alcohol, drogas o psicofármacos fue del 40 por ciento; además, en sólo un año, la DGT calculaba que el alcohol pudo costar la vida a alrededor de 700 personas. Según la encuesta de NC Report elaborada para LA RAZÓN, casi uno de cada cuatro españoles reconoce que bebe más en vacaciones. Concretamente, el 23,6 por ciento de los encuestados. Por contra, el 72,6 afirma no consumir más de lo habitual. Los datos sufren pequeñas variaciones según la franja de edad de la que hablemos. Si hablamos de encuestados de entre 30 y 44 años, el porcentaje de personas que afirman consumir más alcohol en período estival es del 26,2. En el caso de los españoles de entre 45 y 64 años, la cifra aumenta al 26,4 por ciento. La media baja en los españoles mayores de 64 años, con tan solo el 18,6 por ciento que afirma beber más. Los jóvenes, sector sensibleEn los jóvenes de edades comprendidas entre 18 y 29 años, la respuesta es afirmativa en un 21,6. La juventud es siempre un sector sensible en lo que se refiere al abuso de alcohol. Tal como revelaba una encuesta presentada el pasado mes de junio por el Ministerio de Sanidad, casi uno de cada cuatro jóvenes de entre 14 y 18 años admite emborracharse todos los fines de semana del mes. De hecho, más de la mitad de los adolescentes españoles (58 por ciento) reconoce beber de forma habitual. Además, el estudio mostraba que la edad media de inicio en el consumo de alcohol ha bajado de los 13,7 años a los 13,3. La encuesta de NC Report deja un dato llamativo que parece romper algunos mitos: las mujeres beben más que los hombres durante las vacaciones, el 26 por ciento frente al 21. Teniendo en cuenta que vivimos en un país en el que, según Sanidad, el 60 por ciento de sus habitantes somos consumidores habituales de alcohol, cabe preguntarse hasta qué punto es preocupante el hecho de que casi uno de cada cuatro españoles consuman más en verano. Al final, será la fría estadística de finales de agosto la que quitará o dará razones. El calor, la coartada Cecilia GARCÍA«Es que con este calor...». Esta frase a modo de coletilla sirve de coartada para, da igual montaña, mar o piscina, buscar con la precisión de un radar el chiringuito más cercano. Y no es precisamente para sumergirse en esa nueva cultura del agua, que ya se cata y se enseñorea en el paladar como si fuese un Vega Sicilia. No. Lo común es entregarse al tinto de verano o a la cerveza. Primero, porque el descanso da tiempo para consumirla sin que se suban a la cabeza las obligaciones laborales; después, porque la siesta, o simplemente no madrugar, permite el lujo de procesar el sobrante sin tener a la filarmónica de Londres en la cabeza tocando «La cabalgata de las Walkirias» de Wagner. Sin embargo, convenimos que bebemos igual en verano que en invierno, quizá sugestionados por las campañas de tráfico que, por el número de accidentes a causa del alcohol, ni calan ni empapan como una buena cerveza... Como decía la canción de no me acuerdo quién: «Me miento tanto que me lo creo». Pues eso.