Estados Unidos
El año clave para Afganistán
madrid- En catorce días acaba la era Bush y comienza el prometido cambio de Barack Obama. Puede ser un punto de inflexión para el mundo y será, con toda probabilidad, la espoleta del giro en la política de Defensa del Gobierno de Zapatero. Hasta ahora, condicionado por el enfrentamiento total con el presidente norteamericano, casi todo han sido «noes» a las peticiones de Estados Unidos. Pero con la esperanza Obama, Zapatero puede abrir el puño y, por una vez, mirar a Afganistán con otros ojos y colaborar a que esa misión no se vaya al traste. Hoy estará en el Palacio Real, para felicitar a Su Majestad el Rey por los 71 años que cumplió ayer, y para escuchar lo que tanto el Monarca como la ministra de Defensa, Carme Chacón, tienen que decir al respecto. La titular de la cartera se enfrenta a su primera Pascua Militar, la «apertura» del curso en su sector. Y lo hace en un año difícil, por muchos motivos: ¿Afganistán: la principal misión de la OTAN afronta su año clave. Obama enviará 30.000 soldados y pedirá a sus aliados un esfuerzo para salvar esa apuesta. España ha dicho que no va a incrementar las tropas, pero ya lo dice con la boca pequeña, sobre todo porque desde el Estado Mayor ya dejan ver que se necesita un refuerzo ante el incremento de la inseguridad. El Gobierno tendrá que postularse en la cumbre de la Alianza Atlántica de abril, una gran oportunidad para ganarse el favor de los aliados en el círculo de decisiones militares más importante. ¿La crisis: el recorte del presupuesto de Defensa obliga a la ministra a hacer encaje de bolillos para asegurar la inversión necesaria que permita a los ejércitos no perder la inercia de modernización y mejoras de los últimos años. ¿Kosovo: la ONU no puede tardar mucho en dictar una nueva resolución sobre la que España sigue considerando provincia serbia. De producirse, con total seguridad reconocerá la independencia kosovar y entonces, el Gobierno deberá decidir si retira las tropas o se mantiene en el limbo actual. ¿Ley de Derechos y Deberes: la ministra se comprometió a acometer esta nueva norma, obligación heredada de la anterior legislatura y espinosa tarea. Además, prometió la actualización de las Reales Ordenanzas, labor aún más peliaguda por cuanto va a las bases más profundas del espíritu militar. ¿Nuevas misiones: una vez eliminado el límite de los 3.000 militares en el exterior, el Gobierno podría asumir nuevas misiones. En el horizonte está seguro el despliegue aeronaval en aguas de Somalia para luchar contra la piratería. Y quedan en el aire la misión de policía aérea en Islandia, dado que ahora el país nórdico asegura que no va a pagar lo que le pide la OTAN, y un posible despliegue en el Congo, donde tanto la ONU como la UE tienen puesto el ojo, para tratar de frenar el desastre en el que naufraga el país africano, principal fuente de coltán, material clave, entre otras cosas, para los móviles. ¿Renovación del CNI: aunque la decisión vendrá de Moncloa, la ministra es la responsable orgánica del Centro Nacional de Inteligencia. Alberto Saiz acaba mandato en marzo, y Chacón tiene la tarea de estabilizar una institución que en los últimos tiempos ha vivido demasiadas convulsiones internas.
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