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Barcelona

El Barcelona amansa al Bayern

El conjunto alemán apretó, pero en cuanto los de Guardiola se adueñaron del balón se acabaron los problemas. Ribery adelantó a los locales y Keita empató. El Chelsea, rival en semifinales

Messi intenta jugar y Lucio, el central brasileño del Bayern, procura evitarlo con todas sus fuerzas
Messi intenta jugar y Lucio, el central brasileño del Bayern, procura evitarlo con todas sus fuerzaslarazon

Si el Bayern Múnich salió al campo derrotado, como habían anunciado su entrenador y jugadores antes del partido, no lo pareció. Dicen que los alemanes nunca se rinden y al conjunto de Klinsmann le costó rendirse a la evidencia de que hoy por hoy el Barcelona es mejor. Técnicamente el equipo español no tiene rival y cuando a esa calidad se unen la presión y las ganas de volver a conquistar un título suceden cosas como la del Camp Nou, una exhibición, una delicia.Enrabietado por lo vivido en el estadio azulgrana, dolido en su honor de alemán, el Bayern fue agresivo desde el principio, no se sabe si con la esperanza de remontar la eliminatoria o al menos de ganar el duelo. El equipo bávaro tiene una forma distinta de dominar a la del Barcelona. Aunque tiene algunos jugadores con talento, su seña de identidad histórica es triturar a sus enemigos por empuje y casta. Da igual que sea el mejor o el peor Bayern de la historia, pero si visitas su estadio, ahora el Allianz Arena, antes el Olímpico, vas a acabar metido en tu área. Así empezó el Barça, refugiándose atrás por los mordiscos de su rival. Ribery no tardó en dar muestras de que el año que viene tiene un hueco en el equipo de enfrente. Entiende el fútbol como el Barcelona y Alves no pudo sujetarlo en las primeras jugadas. El francés tiene velocidad, regate y verticalidad. Sólo le faltan más compañeros como los que ayer eran sus oponentes.El ímpetu del Bayern a punto estuvo de darle un gol pronto. Una pérdida de Abidal, que reaparecía, desembocó en un centro de Sosa que Luca Toni no acertó a rematar. El italiano es un gigante que no para de incordiar a los defensas. Le sacaba dos palmos al azulgrana más alto, pero ayer no estuvo acertado. Ni con la cabeza ni con los pies, con los que es más torpe. Puyol y Piqué lograron sujetarlo. El asedio muniqués fue desapareciendo al mismo ritmo que el Barça se adueñaba de la pelota. Si Klinsmann iba de farol en lo de la rendición prematura, Guardiola no mintió cuando dijo que no se fiaba. No reservó a ninguna de sus estrellas, salvo a Henry, que llevaba dos días con fiebre y estaba en el banquillo por si acaso.Cuando Alves empieza a pasar más tiempo en campo contrario que en el propio es buena señal para el Barça. Si Messi comienza a aparecer una y otra vez, las noticias no pueden ser mejores. Leo volvió a intimidar al Bayern con su velocidad. Fue imparable también para otro bajito, Lahm, que en la ida no pudo jugar. Cuando el argentino se asociaba con Xavi, Iniesta, Alves y Etoo mareaban a los germanos. El camerunés tuvo la ocasión más clara de batir a Butt en la primera mitad, en una «colada» en la que rompió el fuera de juego y no pudo rematar porque los defensas, muy atentos, se le echaron encima.Ribery continuó labrándose su futuro como azulgrana con un golazo. Sorprendió desde atrás y bailó claqué delante de Valdés. El portero se fue al suelo y el «7» adelantó a su equipo con un disparo por alto. El gol no tuvo un efecto intimidatorio para el Barcelona. Más bien lo contrario. Le hizo reaccionar porque su comienzo de la segunda parte fue desconcertante. Sin chispa, sin tensión, justo lo que temía Guardiola y con el resultado también esperado por el técnico: el marcador en contra. El Barcelona no se amedrentó y volvió a buscar el balón para olvidarse del miedo. La diferencia con el choque del Camp Nou estuvo en la presión de los españoles. En la Ciudad Condal se jugó un partido sólo de ida porque los azulgrana no dejaron salir al Bayern de su campo. Lo recuperaban antes. La amplitud en el marcador convirtió el duelo de ayer en un intercambio de golpes del que salió vencedor el fútbol del Barça. La sutileza pudo con la fuerza bruta. El juego elaborado derrotó a los balones directos en busca de Luca Toni. El Barcelona sólo se sintió satisfecho cuando logró el empate en un reflejo del fútbol que practica. Cinco toques, cuatro dentro en el área entre Etoo, Iniesta y Xavi, y el último de Keita, desde fuera, un disparo que superó a Butt.El único aspecto negativo para los catalanes fue que Puyol y Alves vieron una tarjeta amarilla y se quedan a una de la sanción. El Chelsea espera en semifinales. Un clásico de las últimas temporadas. En eliminatorias directas hay una victoria para cada uno. El empate se deshará en breve.