Parados de larga duración

«El Gobierno ha ido a remolque de la crisis»

«El próximo otoño va a ser complicado para el desempleo»

«El Gobierno ha ido a remolque de la crisis»
«El Gobierno ha ido a remolque de la crisis»larazon

Madrid- Las pymes y los autónomos están padeciendo la crisis con especial virulencia. ¿En qué situación están ahora?
–Seguimos con los mismos problemas de financiación. El ICO ha colocado 6.000 millones y dan como positivo el dato cuando lo previsto son 33.000.
– ¿Por qué no funcionan las líneas del ICO?
–Porque el ICO tiene poco personal y las nuevas líneas lo han desbordado. Y, principalmente, porque no tiene una red propia y se basa en las cajas y bancas, que son las que analizan las operaciones. Las entidades cubren el 50% del riesgo y cuando una operación es buena, la dan directamente. Pero a las empresas que hay que ayudar es a las necesitadas.
 –¿Habría que reformarlo?
–Como mínimo, necesita una estructura regional que le dé más flexibilidad y agilidad. Lo ideal sería que tuviera presencia al menos a nivel autonómico. Además, debería asumir un riesgo mayor del 50% y hacer estudios que midan el riesgo de forma más flexible de lo que lo hacen las entidades financieras.
 –¿Se pasan de rigurosas las entidades de crédito a la hora de dar financiación?
–Ahora mismo hay más presión que en la etapa anterior a la del despegue económico. Desde Cepyme no queremos criminalizar al sector financiero. Entendemos que está haciendo su papel, pero su compromiso con la sociedad los obligaría a abrir algo más el grifo. Es cierto que se va notando algo, pero también lo es que venimos de unos meses en los que estaba totalmente cerrado. Ahora mismo, no hay opción de descontar pagarés o certificaciones.
–¿Sería útil la rebaja de cinco puntos del Impuesto de Sociedades anunciada por Zapatero?
–Nosotros somos partidarios de que se apoye a todas las empresas y no sólo a un grupo. De entrada, la medida es positiva, pero, tal y como se planteó, sólo beneficia a las que ganan dinero. Las que pierden no pagan Impuesto de Sociedades. Además, está limitada a empresas de 25 obreros y que facturen cinco millones.
–¿Le consta que se esté estudiando rebajar el importe de las cuotas de la Seguridad Social que pagan las empresas en el caso de que contraten mujeres o parados de larga duración?
 –El Gobierno ha optado por desgranar actuaciones en lugar de presentar un paquete de acciones. Tomar medidas para ayudar a los parados es parte de su tarea, pero no debe dejar de lado lo demás, porque el mejor modo de conservar el empleo es no destruirlo, y se sigue destruyendo. Nadie discute que en abril se haya creado. Mayo también es un mes que genera empleo por el verano y luego está el Plan E. Pero el otoño, y ojalá me equivoque, puede ser complicado para el empleo por la finalización de las obras del Plan E y el final de la temporada turística.
 –¿Es necesaria una reforma del mercado laboral?
–Hacen falta muchas reformas: fiscales, de la Seguridad Social, de los costes sociales, de la Justicia, de la administración, de la educación, de la formación... y hay que reformar, por supuesto, el mercado laboral. Sencillamente, porque hace unos años éramos los que más empleo creábamos de la UE, pero a nuestro sistema, cuando se pone a destruir empleo, no hay quien lo pare. Algo debe estar funcionando mal. Y esto hay que tratarlo en el diálogo social con la implicación del Gobierno. Habrá que sentarse de una vez y darle al diálogo social un tiempo y marcarse unas metas, porque la sociedad no se lo tomará de otro modo en serio. Y habrá que lograr acuerdos hasta donde se pueda. Lo que no se puede hacer es marear la perdiz y que el problema siga ahí. Hacen falta soluciones.
–Lo que ocurre es que muchos creen que la panacea para todos los males es cambiar el despido y un nuevo tipo de contrato.
–Las relaciones laborales no son sólo el despido. Son la productividad, el absentismo... Hay que hablar de todo. El Estatuto de los Trabajadores tiene muchos artículos y habrá que revisarlos y ver dónde se puede avanzar. No vendría mal darle un vistazo con prudencia, pero sin ningún miedo. Mediáticamente, parece que todo se reduce a hablar de despidos y hay que hablar de todo.
–¿Es éste el mejor momento para afrontar reformas?
–El modelo de crecimiento que tenemos ha demostrado que no sirve. Cuando se gana dinero no se quieren hacer reformas, y ahora que las cosas van mal, ¿tampoco las vamos a hacer? Habrá que afrontarlas en algún momento. Si no las hacemos, será más difícil salir de la crisis.
–¿Es serio que, pese a la crisis, el Ejecutivo haya aplazado la toma de algunas decisiones económicas importantes hasta después de las europeas?
–A mí lo que me preocupa es que este país se pasa de elecciones toda la vida y eso condiciona bastante su vida política y social.
–¿Ha sido lento el Gobierno a la hora de adoptar medidas contra la crisis?
–Le costó mucho reconocerla y, como mucho, la llamó desaceleración. Ha habido bastante entretenimiento verbal y eso ha retrasado las decisiones. Quizá en los avales a las entidades financieras sí hubo mayor agilidad, pero considero que se podía haber hecho un paquete de medidas más completo y más concreto y haberlas implementado. Me da la sensación de que el Gobierno ha ido a remolque de las circunstancias. Es cierto que una crisis económica como ésta no tiene manual, pero echar balones fuera no soluciona el problema.


El diálogo avanza
Después de la cena que mantuvieron hace unos días en La Moncloa José Luis Rodríguez Zapatero y los agentes sociales, el diálogo social, que a decir de los sindicatos «languidecía», parece desbloqueado. Bárcenas, que no asistió al encuentro, asegura que se está trabajando con discreción. «Hemos querido sacar el asunto del debate electoral para que nadie lo utilizara y parece que se consiguen avances». Las reuniones se están sucediendo y el presidente de la Cepyme espera que una vez pasadas las europeas, «haya un diálogo con más contenido». Lo que no es de recibo, dice, es que no se haya conseguido nada hasta ahora. «Que no hayamos logrado acuerdos después de diez meses es grave. No eludo mi parte de responsabilidad, pero es cierto que tal y como está la economía, teníamos que haber avanzado más». Pese a que circunstancias como las elecciones de la CEOE o de los sindicatos hayan podido retrasar los avances, «teníamos que haberle dado más contenido al diálogo», reitera.