EL LEAL AMIGO DE ZAPATERO por Toni P

Miguel Martínez, presidente de Paradores Nacionales, ha tenido, por fin, la compensación a largos años de trabajo, amistad y lealtad. De trabajo, porque a Martínez le han llamado de muchas maneras. Le llamaron Miguel, a secas, cuando trabajaba, en sus primeros pinitos profesionales, en una conocida marca haciendo de comercial y vendiendo aparatos electrodomésticos. Luego le llamaron Martínez, cuando trabajó en la radio y más concretamente en la Ser de León, donde conoció de cerca el mundo del periodismo, que luego sufriría desde el otro lado de la barrera. Más tarde le llamaron «alcalde», porque lo fue con el PSOE durante muchos años, y con apabullantes mayorías absolutas, del municipio leonés de San Andrés de Rabanedo, de donde es el mítico «Huracán Z», su equipo de fútbol. Luego le llamaban «secretario general» que lo fue hasta hace nada del PSOE leonés. Y hoy es Don Miguel, el presidente de Paradores. De amistad y lealtad porque Miguel Martínez es, fundamentalmente, amigo personal del presidente del Gobierno. Ambos se criaron y crecieron en León, su patria chica. Cuando Zapatero, «el papes», como le llaman allí, fue presidente del Gobierno, Martínez le sucedió al frente del partido provincial. Ha sido el presidente el que ha premiado ahora su lealtad y su amistad durante años con el lugar que ahora ocupa. Martínez es camaleónico, siempre ha sabido aprender rápido sus nuevas ocupaciones. Su reto en Paradores: modernizar su estructura, gestión e imagen. Y ya ha dado los primeros pasos.