El mercado español destruye más de la mitad del empleo de la eurozona

Los datos volvieron a confirmar ayer que España sufre como ningún otro socio europeo el problema del desempleo. Nuestro país fue responsable de la pérdida de más de la mitad de los puestos de trabajo que se destruyeron durante el primer trimestre de este año en la eurozona, según los datos que publicó ayer la agencia comunitaria Eurostat. Si se incluye al resto de los Veintisiete que no comparten el euro, el aumento del desempleo español supuso un 35% de los casi dos millones de nuevos parados que se sumaron durante los tres primeros meses en la UE.
En términos absolutos, se perdieron en nuestro país 669.000 empleos de los 1.220.000 que desaparecieron en la eurozona. La última Encuesta de Población Activa elevó esa cifra hasta los 766.000 empleos al usar una metodología de cálculo diferente.
La realidad probó que, a pesar de que se empiezan a ver señales de mejoría en la actividad financiera, el impacto de la crisis en el mercado laboral está lejos de tocar fondo. El empleo cayó un 0,8% en comparación con el último trimestre de 2008, tanto en el conjunto de los socios comunitarios como entre los que comparten la moneda única. Este porcentaje representa un aumento considerable del ritmo de la pérdida de contratos respecto al trimestre anterior, que no pasó del 0,4%, y se trata además del mayor retroceso en el cuadro laboral de la UE desde que se empezaron a compilar los datos en 1995.
De los 14 países que dieron información, España firmó la segunda peor tasa de la Unión, con una caída de los empleados del 3,1% en relación con el último trimestre del pasado año. Sólo Lituania presentó peores resultados, con una bajada del 4,5%, aunque no se conocieron las cifras de Letonia, que hasta ahora ha mostrado los peores registros de los socios comunitarios. Los letones si probaron que su mercado laboral es el más tocado al comparar con el mismo periodo del año anterior, apartado en el que registraron un descenso del 8,2%, el mayor de toda la Unión.
Mientras Europa destruye empleo, varios jefes de Estado y de Gobierno, así como ministros de Trabajo, comenzaron ayer una cumbre de alto nivel llamada a buscar recetas para superar la grave crisis causada en el mercado laboral por la recesión económica mundial. Los presidentes de Francia, Nicolás Sarkozy; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fueron algunos de los presidentes que intervinieron ayer ante la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que aglutina a gobiernos, sindicatos y empleadores y que cumple 90 años defendiendo los derechos laborales, pidió ayer «liderazgo» para superar la crisis.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, defendió ayer ante la OIT la necesidad de cambiar el actual modelo de crecimiento y regular la mundialización. Asimismo, propuso reforzar el papel de la OIT ante el resto de instituciones internacionales. «Para salir de la crisis, para restablecer la confianza, para que cientos de miles de seres humanos puedan de nuevo mirar al futuro como una promesa, hace falta cambiar de modelo de crecimiento. Hace falta regular la mundialización», aseguró.