Austria

El «Monstruo de Amstetten» se declara culpable de todos los cargos

El abogado asegura que el 'monstruo de Amstetten' se quedó "realmente tocado"al ver el testimonio de su hija Elisabeth

Josef Fritzl, el austríaco que mantuvo secuestrada a su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano y tuvo siete hijos con ella, dio marcha atrás hoy en su declaración inicial y asumió todos los cargos que se le imputan, incluidos los de esclavitud y homicidio por no prestar asistencia a uno de los gemelos, que murió. El detonante de este cambio de actitud en el tercer día del juicio, la declaración de su hija, que relató a través de un vídeo su dramática experiencia. Con este sorprendente final, el juicio ha quedado visto para sentencia y mañana mismo se conocerá el veredicto del jurado, formado por cuatro hombres y otras tantas mujeres. Una vez admitida su culpabilidad en todos los delitos de los que está acusado, Fritzl podría ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua. El mismo ya ha asumido que pasará el resto de su vida en la cárcel. Sin embargo, el portavoz del tribunal, Franz Cutka, explicó que, según la ley austríaca, una confesión puede acarrear una reducción de la condena, pero "todo depende de si el jurado y los jueces se toman la confesión como un atenuante". Fritzl, de 73 años, ha admitido los cargos de violación, incesto, homicidio y esclavización. Inicialmente se había declarado culpable del cargo de incesto y "parcialmente"culpable del de violación, pero negó el de homicidio, relacionado con la muerte de uno de sus hijos poco después de nacer. Pero como el propio acusado ha explicado ante la juez Andrea Humeren la última sesión del que la prensa austríaca define como el "juicio del siglo", decidió cambiar de opinión al ver el testimonio de su víctima en el vídeo que se ha ido emitiendo en la sala a lo largo de la semana y en el que Elisabeth cuenta con todo detalle su vida en el sótano de su casa y cómo su padre la violó por primera vez con sólo 11 años y la encerró con 18. El abogado del conocido como 'monstruo de Amstetten', Rudolf Mayer, aseguró estar "completamente sorprendido"por el cambio de alegato de su cliente, aunque señaló que el testimonio de Elisabeth había afectado profundamente a su padre, "destrozando"sus emociones y permitiéndole ver por primera vez cuál ha sido el impacto real de sus acciones. "Creo que se ha quedado realmente tocado. Ha visto a su hija en elvídeo por primera vez y creo que esto ha podido provocar su cambio",declaró Mayer a los medios de comunicación poco después de la sorprendente declaración de Fritzl. En cuanto al veredicto y la sentencia, que se conocerán mañana, el abogado de la defensa confirmó que su cliente "espera la cadena perpetua y, después de eso, su reclusión en una institución mental".

«No sé por qué no le ayude» Además del cambio de alegato, en la sesión de hoy el 'monstruo de Amstetten' ha dejado su cara al descubierto, a diferencia de días anteriores en que se la tapaba con una carpeta azul para que las cámaras no le grabaran. Pero esta mañana, y después de que ayer un fotógrafo consiguiera captar su rostro en un descuido, el acusado ha llegado sin esconderse y parece que dispuesto a admitir su culpabilidad. Con un traje gris y una camisa azul, Fritzl llegó a la Audiencia Provincial de la localidad de Sankt Poelten, en el oeste de Austria, a primera hora y se sentó a esperar el inicio de la sesión, cuando la juez le preguntó cómo se sentía después de ver el testimonio de su hija y principal víctima. Después le llegó el turno de responder por la muerte de uno de los bebés que tuvo con Elisabeth en 1996. "Su hija le dijo que el niño estaba sufriendo problemas respiratorios. Tuvo tiempo de ayudarle", manifestó la juez, tras lo cual Fritzl contestó que "esperaba que el pequeño sobreviviera", pero admitió que debió "hacer algo". "No sé por qué no le ayudé. Tenía la esperanza de que sobreviviera", aseguró. Tras esta declaración, se escuchó al acusado decir, en un tono de voz muy bajo, "lo siento". Fritzl se deshizo del cadáver del bebé arrojándolo a un horno.

Valoración psiquiátrica La sesión de hoy también estuvo protagonizada por el testimonio de la psiquiatra Adelheid Kastner, quien recomendó al tribunal que el 'monstruo de Amstetten' sea internado en una clínica mental, ya que considera que necesita tratamiento para evitar que repita su comportamiento. En declaraciones a la BBC a la salida del tribunal, Kastner afirmóque Fritzl "seguirá siendo la misma persona y el camino para controlarlo cambiará con sus capacidades psíquicas, pero sus necesidades continuarán siendo las mismas". "Se le tiene que enviar a prisión cuando no sea un peligro para otros", añadió. Aún así, explicó que no cree que Fritzl sea un enfermo. "Lo que hedicho al tribunal es que el señor Fritzl nunca ha estado enfermo mentalmente y que siempre ha estado sano en el sentido legal de la palabra, que siempre ha podido distinguir entre el bien y el mal y que siempre ha sabido que lo que hacía estaba mal", indicó. En su opinión, el acusado ha tenido la irresistible necesidad de "dominar y controlar"y que en su infancia fue un niño no querido, por lo que es "emocionalmente deficiente", aunque sí muy inteligente, y que creció con la determinación de tener a alguien que le perteneciera sólo a él.

Rumores sobre la presencia de Elisabeth Según publicó esta mañana el diario austríaco 'Kurier', Elisabeth estuvo ayer presente de incógnito durante la audiencia, en la que su padre pudo escuchar su testimonio grabado sobre sus 24 años de cautiverio. Otros medios añadieron después que Elisabeth no permaneció en la sala de vistas, sino en una habitación contigua desde la que podía ver a su padre. El abogado de Fritzl no quiso comentar la posible presencia de la hija de su cliente, aunque sí opinó que "si Elisabeth hubiera estado en el tribunal, le habría dejado realmente conmocionado". La hija del 'monstruo de Amstetten', que hoy tiene 43 años, vive desde hace casi un año junto a sus seis hijos en un lugar que no ha sido revelado por las autoridades y todos tienen nuevas identidades. En los días del juicio se han trasladado a una vivienda de la clínica de Amstetten donde estuvieron ingresados cuando el caso salió a la luz. Fuentes de la clínica indicaron que, debido a que prevé escribir un libro sobre su dramática experiencia y quería tener algunas impresiones del proceso, decidió enfrentarse otra vez a su padre.