El ombligo del universo

MADRID-El Barcelona ganó tres títulos la temporada pasada. Fue hace menos de un mes, aunque puede que haya pasado un año, porque ya nadie se acuerda, ni siquiera su presidente. Es el Real Madrid de Florentino Pérez, Cristiano Ronaldo y el brasileño Kaká quien preocupa a todo el mundo. «Hemos hecho dos fichajes de primerísimo nivel que han supuesto una agitación social y que han colocado al Real Madrid en el lugar que le corresponde», aseguró ayer Jorge Valdano. El club blanco ocupa todas las conversaciones. Es como hablar del tiempo en el ascensor. Todo el mundo opina: «El Real Madrid gasta compulsivamente», dijo Laporta, que los últimos días sólo habla de su rival. «Me doy cuenta de que, en tiempos de crisis, las cifras gastadas por el Real Madrid en fichaje causan sensación, pero el mercado es así, hay quien compra y quien vende», afirmó Figo. El Real Madrid fichó hace cuatro días a Ronaldo y todavía domina la agenda informativa. Nadie puede hablar con un periodista sin que se le pregunte: «Nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos hecho hasta ahora. Los dos fichajes que hemos hecho han situado ya al Real Madrid en el lugar que le corresponde», insistió ayer Valdano. El Real Madrid se movía en el anonimato mundial y ahora es amado y odiado, como su gran estrella, Cristiano Ronaldo: «Es cierto que mucha gente me odia, pero hay más que me quieren y me apoyan. Me encanta cuando me abuchean, me gusta ver el odio en sus ojos y escuchar sus insultos», dice el futbolista portugués en una entrevista en la revista «So Foot». Al nuevo jugador del Real Madrid no le asusta que se hable tanto de él: «Tengo un largo camino por delante y quiero reescribir la historia del fútbol», continúa en la entrevista. «Sé que ya estoy entre los mejores de los mejores, pero quiero seguir escribiendo muchas más páginas bonitas». Su compañero Metzelder está preocupado por la cifra: «Especialmente en estos tiempos no me parece correcto gastarse más de 93 millones en alguien que puede lesionarse o incluso estar en baja forma». El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, no juzga: «Lo digo así de claro y quien hace un gasto tiene que pagarlo, no entre todos» . Pero el gasto del Madrid lo paga el Madrid, nadie más. Y para Florentino no es lo mismo gastar que invertir. «Cuando se quiere reunir en un equipo a los mejores jugadores del mundo, eso cuesta caro», explicaba ayer Zidane. El francés es consejero del presidente madridista y cree en el proyecto: «Este hombre quiere algo diferente a hacerse un nombre, quiere dar a su club la posibilidad de volver al nivel más alto y luchar con las mismas armas con equipos como el Barcelona, por ejemplo», explicó.