Recetas

El Parador de Tordesillas ofrece los platos que degustaban la reina Juana I y Felipe «El Hermoso»

Restaurante del Parador de Tordesillas
Restaurante del Parador de Tordesillaslarazon

La máquina del tiempo se ha instalado en el Parador de Tordesillas. Ahora es posible realizar un viaje a la corte de los Reyes Católicos, de su hija la Reina Juana y su marido, Felipe «El Hermoso», para degustar los mismos platos que se servían en las mesas palaciegas.Durante 2009 Tordesillas conmemora el quinto centenario de la llegada de la Reina Juana I de Castilla y el Parador ha querido sumarse a la celebración rescatando recetas de la época. El equipo del alojamiento ha diseñado un menú conmemorativo basado en el libro «Cocina y Alimentación en los siglos XVI y XVII», de Julio Valles Rojo. La oferta gastronómica estará disponible desde el 7 de febrero hasta final de año en servicios de almuerzo y cena, al precio especial de 22 € (IVA incluido).La comida comienza con unos aperitivos de aceitunas de barril en aliño y conejo en pastel de especias que dan paso a un primer plato de salmón en escabeche dulce. Como segundo se servirá una elaboración de pollo cebado en guiso de almendras e higos. Para terminar la comida, el menú incluye como postre un bollo de leche con conserva de Camuesas asadas.La Reina Juana I de Castilla vivió en Tordesillas 46 años. Su llegada a la villa castellana se produjo en 1509 y ya no abandonaría la localidad hasta su muerte en 1555. El pueblo, desde hace varios años, conmemora este acontecimiento con actos culturales y con una representación teatral en sus calles que protagonizan sus vecinos.Tordesillas: un Parador en el pinarEl Parador de Tordesillas ubicado en la histórica ciudad, cruce de caminos desde la dominación romana, se alza en una casa solariega, en un lugar donde el verde y la naturaleza ofrecen al huésped el mejor paisaje. Un hermoso pinar, con un amplio y cuidado jardín, circunda el Hotel aportando esa tranquilidad, calma y placidez propias de los espacios naturales.Domina el estilo castellano en las líneas externas y en el interior, donde algunas de sus salas guardan valiosas antigüedades. La tranquilidad que reina en todo el edificio y su piscina, de un azul espectacular, son una invitación al descanso y a paseos apacibles.