Ciencias humanas

El primer genoma de un cáncer

Los cientificos descifran la secuencia de ADN de un tipo de leucemia, lo que abre la vía a nuevas terapias. Completan por primera vez los mapas genéticos de personas negras y asiáticas

La Razón
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En 2005, el Gobierno de EE UU anunciaba una partida de cien millones de dólares para impulsar el Atlas Genómico del Cáncer, la más ambiciosa iniciativa pública después de la consecución del Proyecto Genoma, considerado el mayor hito científico de los últimos decenios. El objetivo del plan, a una década vista, es elaborar un compendio que concentre los fragmentados conocimientos que se tienen sobre la genética del cáncer. Hasta ahora se han identificado varios centenares de genes relacionados con diferentes tipos de tumor. Hoy, la revista «Nature» anuncia que, por vez primera, se ha logrado la secuencia completa de un cáncer, el sufrido por una mujer de 50 años que falleció de leucemia mieloide aguda. El análisis, realizado en la Universidad Washington de Saint Louis (Missouri), ha identificado una decena de genes que mutaron en el tejido enfermo al compararlo con muestras sanas de la paciente. Sólo dos de ellos habían sido identificados con anterioridad como posibles causantes de la dolencia. Dentro de la intrínseca complejidad de todo análisis genético exhaustivo, uno de los mayores obstáculos del estudio del cáncer es que cada paciente presenta una combinación de mutaciones e incluso unos genes afectados diferentes. Su identificación, sin embargo, es clave en el entendimiento de los mecanismos que disparan la transformación celular que lleva a la formación del tumor y su posterior expansión. Los investigadores compararon las muestras con el ADN de tejido tumoral de otros 187 pacientes de leucemia. Ninguno de ellos portaba las mismas alteraciones. «El cáncer presenta una gran diversidad genética. Existen múltiples vías de mutación de unos pocos genes que pueden desencadenar la enfermedad», asegura Richard K. Wilson, director del estudio. La novedosa técnica, que puede aplicarse sobre otros tipos de tumor, ayudará a definir «dianas terapéuticas», es decir, medicamentos y tratamientos que actúen directamente sobre los genes sospechosos y detengan el cáncer o incluso lleguen a prevenirlo. Nueva Medicina «La capacidad de secuenciar el genoma del cáncer significa un impulso en la investigación que impactará directamente a la Medicina», dice a LA RAZÓN Elaine Mardis, bióloga molecular del Centro Genoma de la citada Universidad. «Estamos cerca de secuenciar el genoma de un segundo paciente, lo cual ampliará nuestra visión de la mieloide», la leucemia grave más común. Para que los resultados sean aplicables a nivel preventivo, es decir, que ayuden a personas con antecedentes familiares de cáncer a identificar su susceptibilidad a la enfermedad, deberían realizarse al menos un millar de análisis. También hoy en «Nature», se anuncia la secuenciación del ADN de dos individuos sanos de grupos étnicos nunca antes analizados: un africano y un asiático. Su ADN se está comparando con los ya existentes de personas de origen europeo -James Watson y Craig Venter, «padres» del genoma, entre ellos- para desentrañar la variabilidad genética entre razas. La tecnología de segunda generación ha rebajado el coste y el plazo de secuenciación de la genómica a menos de medio millón de dólares y ocho semanas, y promete poner estas herramientas a disposición del público «pronto» para la «genómica personal» y la prevención de enfermedades.