El subordinado de Touriño pagó 12000 euros al sicario por matarle

Tras el arresto de ocho personas el pasado fin de semana por su presunta vinculación con el asesinato del director del Centro de Convenciones de Barcelona (CCIB), Félix Martínez Touriño, los detalles de la trama empiezan a salir a la luz. El supuesto cerebro de la trama, un subordinado de Touriño en CCIB, Manuel Moreno Blancas, pagó alrededor de 12.000 euros a un sicario colombiano para que matara a su jefe.Y así fue. Touriño murió de un disparo en la cabeza el pasado 9 de febrero.Sobre el móvil del asesinato, parece ser que Touriño descubrió que Moreno, como jefe de los servicios audiovisuales del CCIB, utilizaba su puesto para hacer negocios por su cuenta y cobrar comisiones ilegales, según explicaron fuentes cercanas al caso. Touriño lo descubrió y planeaba despedirlo. Moreno, al saber de los planes de su superior, prefirió deshacerse de él. Contactó con su hermana Pilar y, a través de su pareja sentimental –de origen colombiano– contrataron a un sicario y a otras cinco personas para cometer el asesinato. Al parecer, según las mismas fuentes, Moreno pagó unos 12.000 euros por asesinar a Touriño, aunque no ha trascendido si el dinero fue en su totalidad para el sicario o esta cantidad se repartió entre todos los colaboradores.Se da el caso de que fuentes del sector hotelero señalaron a Efe que Moreno tenía una alta remuneración por su cargo por lo que no se le conocían problemas de liquidez económica. Por este motivo, los investigadores no descartan que el crimen respondiera más a la avaricia, para mantener su lucrativo empleo y el cobro de comisiones ilegales, que a la dificultad de subsistencia económica de Moreno.Los detenidos, encabezados por la hermana, comenzaron a declarar ayer ante la juez de instrucción número 18 de Barcelona, quien debe decidir si fija para ellos prisión provisional, tal y como ha pedido la fiscalía. Para hoy se espera que el propio Moreno comparezca ante el juez. Falta de experienciaTras el asesinato, los Mossos mantuvieron abiertas todas las hipótesis durante una semana, pero inmediatamente lograron la pista certera al poder recomponer un puzzle de piezas que les llevaron tras el rastro del sicario y de la trama.El sicario encargado de ejecutar a Touriño tenía antecedentes pero por asuntos menores. Su falta de experiencia ha ayudado a las fuerzas policiales a detenerlo. Tras asesinar al ejecutivo en la calle Santaló de Barcelona, lanzó la pistola a un contenedor sin preocuparse de borrar sus huellas. En su huída por la calle Casanova también se apoyó en un coche dejando de nuevo su rastro. Estas huellas, el retrato robot conseguido gracias a las cámaras de seguridad de la zona y la ficha policial facilitaron su posterior detención.