«Enséñanos tus secretos»

MADRID-Fue un espectáculo para todos los públicos. Había familias enteras, con sus niños pequeños, mayores con sus nietos, había mucha chica joven enseñando el ombligo, con gafas de sol y los nervios en la garganta. Y también mujeres con velo en la cabeza; muchas, portuguesas, con un acento delicioso. Estaban las que llegaron con sus novios y también las que se habían citado antes, por la mañana, para pasar el día cerca del Santiago Bernabéu y acabarlo dentro, en cuanto abrieran las puertas, con Cristiano Ronaldo, con la locura. Eran las fans.Y los fans. También hombres y niños con camisetas del Real Ma- drid, pero también de «La Roja», aficionados ecuatorianos vestidos de la selección argentina o banderas de Canadá, camisetas del Manchester United, de Raúl, de Sergio Ramos y un pobre niño al que alguien le había regalado una camiseta de Drenthe.Sólo eran las 20:00 horas y los que estaban llegando ya lo hacían demasiado tarde. Media hora después, el aforo estaba completo: «¿Dónde estás papá?», preguntaba un joven, al teléfono. «Ya no hay sitio. Haz un esprint de los tuyos», decían a un joven, que echaba a correr porque no, ya no había sitio. El campo estaba como en los días grandes, como en un Madrid-Barça, lleno de pancartas inocentes, que pedían la camiseta para un socio muy pequeño y otras que querían que se quitara la camiseta y mostrara su «cuerpo serrano» o que «enseñara sus secretos». Pero no lo hizo, claro. No era el momento ni el lugar. Se trataba de un espectáculo para todos los públicos.