España

Final feliz

La Razón
La RazónLa Razón

El equipo español aguantó bien el arranque turco. Luego, impuso su juego, manejó el balón y se topó con que, inesperadamente, marcó Senturk antes de la media hora. Fue un tanto similar al conseguido por Piqué en el Bernabéu. Y también, como en Madrid, el equipo que se anotó el tanto se adueñó del ritmo. Hubo unos minutos en los que España se descentró y había sensación de peligro inminente.Afortunadamente, en los últimos instantes, la reacción llevó a crear dos ocasiones de peligro en el área de Demirel. Al descanso se llegó con marcador en contra e impresión pesimista. En defensa volvió a faltar concentración para resolver los problemas de los pases desde las bandas y delante faltó chispa para encontrar el gol. Piqué, después, se convirtió en uno de los mejores. Por el contrario, Torres, a pesar de que fue el delantero que más tiró y en una ocasión obligó al guardameta turco a lucirse en espectacular parada, no tuvo su mejor noche. El juego español no mejoró sensiblemente con respecto al ofrecido el pasado sábado. Turquía presionó constantemente, trató de evitar que Xavi llevara la batuta y, además, con la complacencia del árbitro practicó fútbol duro y cortó el juego para evitar que España impusiera su toque. A nuestra selección se le cortan los circuitos cuando no tiene constancia en la creación de las buenas jugadas.El empate, de penalti, evitó que se volviera a la tradición de cargar las tintas sobre el árbitro. La victoria borró el resto de incertidumbres. Final feliz en noche sufrida.