Eurocopa

Turquía

Güiza devuelve el favor

El jugador del Fenerbahçe dio el segundo gol a Riera. Ha tenido el apoyo de Del Bosque en sus peores momentos

Los jugadores de la selección celebran el gol de Xabi Alonso
Los jugadores de la selección celebran el gol de Xabi Alonsolarazon

Güiza no contaba para entrar en la convocatoria de estos dos partidos contra Turquía. El jugador del Fenerbahçe apenas juega con Luis Aragonés y el martes los periodistas turcos preguntaron asombrados a Del Bosque por qué le había convocado. «Es un pedacito de pan», dice Güiza del seleccionador. Cuando lo más fácil era dejar al andaluz fuera de la convocatoria, por su falta de disciplina, por sus pocos minutos en su equipo y porque suponía llamar también a la prensa rosa, Vicente del Bosque contó con Güiza para darle apoyo en sus peores momentos. Antes la persona y después, el futbolista.El delantero era quien mejor conocía el ambiente que esperaba a la selección española y el que mejor se adaptó. Salió en el minuto 86, sin miedo, sin presión. No le asustaba nada. Y tan tranquilo, dio el segundo gol, el de la victoria. El encuentro en Turquía fue como se lo habían contado a los jugadores: un público que nunca se calla y que presiona tanto como los futbolistas turcos. Cuando sonaron los himnos, los futbolistas de Del Bosque ya oyeron lo que se les iba a venir encima. Como sucedió en el Bernabéu, el público local no respetó el himno del conjunto visitante y en vez de silencio, los silbidos apenas dejaron escuchar la música. Fue el principio.España se encontró con un rival muy duro, al que no le importó dar patadas y con una afición que jaleaba los golpes. Nadie se come a nadie y los jugadores españoles lo sabían, pero alguna vez temieron recibir algún mordisco. El equipo de Terim no hizo muchas faltas, pero sí que fueron bruscas y durante la primera mitad, los españoles se desesperaron entre la ausencia de balón y las protestas inútiles al árbitro.Todo parecía en contra. Pero el árbitro vio la mano en el penalti del primer gol y Dani Güiza sólo necesitó cinco minutos para devolver el cariño que le ha mostrado Del Bosque con lo que mejor hace: jugar al fútbol.