Cataluña

Hacia una Barcelona sin problemas de agua

La ampliación de la planta de desalinización de Acciona Agua en Blanes aumentará su capacidad hasta los 20 hectómetros cúbicos al año. Abastecerá a 170.000 barceloneses, pero puede doblar su producción en caso de sequía 

Detalle de los filtros de arena
Detalle de los filtros de arenalarazon

Cuando la lluvia no cae del cielo, una de las soluciones más socorridas para evitar la escasez del líquido elemento es la creación de «aguas nuevas», es decir, la obtenida a partir de la desalación y la reutilización del agua del mar. Tras una recia sequía, hace apenas un año, la ciudad de Barcelona se quedó prácticamente sin agua para el consumo, hasta el punto de que el Gobierno estimó la idea de construir una gran tubería que conectara el río Ebro con la Ciudad Condal. Ante este panorama, y con el fin de que el abastecimiento de agua no vuelva a quedar en entredicho en la capital catalana, Acciona Agua está ultimando la ampliación de la planta desalinizadora de Tordera (Blanes). El objetivo de la compañía es doblar la capacidad de su instalación, lo que se traduce en la producción de 20 hectómetros cúbicos de agua al año. «Hasta ahora la planta de Tordera producía diez hectómetros cúbicos al año que, fundamentalmente, servían para abastecer a la zona costera de la comarca de la Selva. Sin embargo, tras lo sucedido el año pasado, todo el "agua nueva"creada con la ampliación se dedicará al suministro del área metropolitana de Barcelona», explica Ferrán Martrus, director de Operaciones de Desalación para Cataluña y Costa Tropical de Acciona Agua. Garantizar el suministroEl 50 por ciento de agua producida en Tordera servirá para abastecer a 170.000 barceloneses, lo que equivale al diez por ciento de la Ciudad Condal. Y, si las circunstancias así lo requirieran, en caso de emergencia, el cien por cien del agua producida en la planta de Tordera irá a parar a Barcelona. «El objetivo es que la segunda ciudad más grande de España no vuelva a sufrir posibles desabastecimientos de agua. Aunque la ampliación de esta instalación ya estaba prevista cuando se puso en marcha la planta, allá por el año 2003, la sequía de los dos años anteriores puso en evidencia que era imprescindible realizar una ampliación de este tipo y asegurar el líquido elemento en la Ciudad Condal», añade Martrus.Para doblar la capacidad de la planta, la empresa española está construyendo un nuevo tubo subterráneo de captación con una capacidad de 80 metros cúbicos. Hasta ahora, la recogida del agua del mar se realiza mediante diez pozos de 150 metros de profundidad ubicados en las proximidades de la costa. «La incorporación de esta nueva canalización, denominada abierta, porque une directamente la planta con el mar, proporcionará el agua tanto para nuestras instalaciones de Tordera y su ampliación como para otra futura planta de 60 hectómetros cúbicos de capacidad que se adjudicará próximamente en la zona», puntualiza el director de Operaciones de Desalación.Ahorro energéticoPero las mejoras no acaban ahí, ya que la ampliación de la planta se aprovechará para modernizar los sistemas de bombeo de alta presión y de recuperación energética actuales, reduciendo con ello el consumo energético de la desaladora. «Instalaremos cámaras hiperbáricas rotatorias, una nueva generación de sistemas de recuperación de energía que nos permitirá reducir unos 0,3 kilovatios por metro cúbico producido, respecto al modelo actual», detalla Jorge Malfeito, director del Departamento del Centro de I+D+i de Acciona Agua. La ampliación de la desaladora, que será una realidad el próximo septiembre, supondrá una inversión de 48 millones de euros y «garantizará la llegada de agua potable de calidad a Barcelona, sin necesidad de agotar el caudal del río Ter», puntualiza Malfeito. Sin dejar de lado la innovación, la instalación de Tordera cuenta, además, con una planta piloto –de las seis que Acciona Agua tiene en todo el mundo– donde se validan previamente las nuevas tecnologías aplicadas en las futuras centrales. En concreto, en esta sección anexa se estudian diferentes alternativas para el pretratamiento y desalinización del agua, así como posibles sistemas de desinfección y remineralización para el análisis de la calidad del líquido elemento.«La apuesta por la desalinización en la provincia de Barcelona es imparable, ya que en un futuro contará con cuatro grandes plantas. Es la mejor estrategia de garantizar "agua nueva"», precisa Malfeito.