Afganistán

«Hay que renovar el sueño americano»

Barack Obama dedicó las últimas horas antes de su investidura a «un trabajo comunitario» siguiendo el ejemplo de Martin Luther King. Pone el énfasis en la reunificación de EE UU

«Hay que renovar el sueño americano»
«Hay que renovar el sueño americano»larazon

Se quitó la chaqueta, agarró el rodillo y se unió a otros pintores voluntarios de brocha gorda para encalar la pared de un centro de ayuda juvenil. El mensaje: «No puede haber manos ociosas» en tiempos de crisis. Horas antes de asumir el poder, Barack Obama rindió homenaje al espíritu de Martin Luther King con un llamamiento al voluntariado nacional, mientras resonaba en la mente de todos aquel legendario discurso, «Yo tengo un sueño», que pronunció el héroe de los derechos civiles hace 47 años. «Éste no es solamente un día para detenerse y reflexionar. Es un día para actuar», dijo Obama. En la fiesta nacional del predicador asesinado, EE UU se sirvió otras dos tazas de simbolismo. Hoy jura su cargo a mediodía el primer presidente negro, la prueba más demoledora de que las barreras raciales que se han caído abajo.
Cambio de mentalidad
Aunque durante su ascensión a la Presidencia rehuyó centrar la atención sobre su raza, Obama era ayer consciente de cómo su identidad puede unificar y transformar EE UU. «Hay una generación entera que crecerá dando por sentado que hay un afroamericano en el puesto más importante del país», declaró en una entrevista con «The Washington Post». «Esto es algo radical, algo que va a cambiar la manera de cómo los niños negros se miran a sí mismos y también cómo los niños blancos miran a los niños negros», observaba el que hoy se convierte en el presidente número 44.
La ligera nieve con la que despertó Washington contribuyó a reforzar el espíritu festivo y optimista, casi navideño, que se vivía ayer en la capital, engalanada hasta el delirio con la parafernalia obama-maníaca de los vendedores ambulantes. Mientras seguían descendiendo turbas de gente, el presidente en ciernes instó a «renovar la promesa del sueño americano». «Mañana, nos uniremos como un pueblo en el mismo Mall donde el sueño del doctor King aún resuena. Al hacerlo, reconocemos que aquí, en América, nuestros destinos están inexorablemente ligados», señaló.
Obama comenzó la mañana en el hospital de veteranos de la capital, el Walter Reed Army Medical Center, donde estuvo charlando con 14 soldados heridos en Irak y Afganistán. Las buenas intenciones continuaron por la noche, aunque ya con tintes políticos. Haciendo gala de su promesa de cambiar el tono en Washington, Obama acudió a tres cenas distintas para rendir homenaje a tres políticos que han demostrado una voluntad bipartidista. Uno de ellos fue su rival en las elecciones, John McCain. Otro su vicepresidente, Joe Biden, y el tercero, el republicano Colin Powell. Por su parte, el presidente Bush, que hoy mismo, minutos después de la investidura, regresará a Texas, ni siquiera asomó la cabeza.