Radio
«Hay un elevado número de presos que nos escuchan desde sus celdas»
La emisora, que sobrevive tan sólo con donativos, acaba de cumplir diez años
Madrid- La aventura radiofónica comenzó hace una década sin dinero pero con mucha fe. Y el pasado domingo, Radio María cumplía diez años, una efemérides por la que pocos apostaban.
-Una emisora sin apenas medios económicos, sin publicidad y sin subvenciones.¿Cómo logran mantenerse?
-Con la sola ayuda económica de nuestros oyentes. ¡Es un milagro continuado! Soportar el presupuesto de una radio sin más ayuda es una demostración práctica de la asistencia de la Divina Providencia. Estoy convencido de que la acción de la «Madre» en este caso es fundamental. Como en las bodas de Caná, María se ocupa de nuestras necesidades, aunque luego nos toque a algunos recordárselo a los oyentes...
-Y responden; sorprendente...
- Nosotros somos los primeros asombrados, pero no los únicos. Monseñor Celli nos mostró su asombro al comprobar que todos los proyectos de comunicación católicos del mundo están en dificultades económicas, salvo dos de ellos que son precisamente los que han renunciado a un proyecto comercial y viven de la Providencia: EWTN y Radio María.
-Eran muchos los que preconizaban que una radio que sólo hablara de Dios no tendría ningún éxito. ¿Cómo lo ve usted?
- A esos les diría yo que hagan un estudio más profundo de las auténticas necesidades del hombre y la mujer de nuestro tiempo. Yo creo que hay una sobresaturación de «frivolidad» y «politización», que hacen que la alternativa de Radio María resulte una bocanada de aire fresco. En esta Casa tenemos oyentes de todo tipo. Algunos de ellos sorprenderían a muchos: Por ejemplo, el elevado número de presos que nos siguen desde sus celdas. Los enfermos son nuestro tesoro especial; las amas de casa, los profesionales del transporte, también los niños y jóvenes tienen su hueco en la radio, con programas específicos de pastoral juvenil e infantil.
- No están en el EGM, pero, ¿tienen alguna idea aproximada de su número de oyentes?
-Todos sabemos que la finalidad del esos estudios es poner precio a la publicidad. A Dios gracias, nosotros estamos libres de esa esclavitud que dificultaría la evangelización. No obstante, tenemos algunos indicativos de una importante audiencia: las aportaciones económicas de los oyen-tes; la campaña «Un oyente, una firma», que el año pasado superó el millón de rúbricas, o el alto número de participación de los mismos en los programas.
- Han tenido dificultades para que les otorgaran emisoras en algunas comunidades. ¿Cómo está actualmente la situación?
-Por el momento hemos encontrado puertas cerradas y en las administraciones reina un silencio preocupante. Si nuestros gobernantes son inteligentes, sabrán que no se puede dejar fuera a tantas personas y, sobre todo, a sectores tan necesitados.
- Pídale a sus oyentes un regalo de cumpleaños por estos diez años...
- ¿Tengo que escoger una sola cosa? En fin, no lo tengo fácil... No elegiré el dinero, aunque lo necesitamos; ni tan siquiera más voluntariado, que también nos vendría bien... Les pido oración y apostolado para que haya más conversiones por la mediación de Radio María.
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