Badajoz
Encarna Salazar: «He vencido al cáncer con un par de ovarios»
Encarna (Badajoz, 1961) cree que si nos angustian más con la crisis van a llover los infartos, «y si no tienes salud, no tienes nada». Dice que no es rica, que tiene hipoteca y que está preparada para la austeridad. Le gusta el café de la mañana con su hija y su marido. La sal derramada le da mal rollo. Tiene pendiente un viaje a los glaciares. No quiere ponerse ninguna etiqueta política. Su vida ha cambiado: «Ahora disfruto más de todo». ¿Vicios? «La comida y el vino tinto. Nunca me fumé un porro: me da miedo».
-Presenta su disco «Desencuentro». ¿Con quién no le gustaría encontrarse?
-No me gustaría volver a encontrarme con el cáncer, al que he vencido con un par de ovarios. Tampoco con gente falsa y traidora.
-Un repertorio de tango, copla y flamenco adornados con son cubano y pinceladas de jazz. Le va la fusión...
-Siempre. Lo más hermoso de la vida es fusionarlo todo.
-Pero habrá algo con lo que no quisiera fusionarse...
-En la música y en la vida hay que huir de fusionarse con lo malo.
-Ya. Y después de 25 años como Azúcar Moreno, ¿ahora se ha pasado a la sacarina?
-No soy de sacarina. Soy de mucho azúcar, como Celia Cruz. ¡Azúcar!
-Canta sola por primera vez. ¿No se siente extraña?
-Me siento diferente. Yo era el 50 por ciento de un dúo; ahora soy el 100 por 100 de mí misma. Ahora soy yo.
-Un disco distinto...
-Sí, porque he sentido todo lo que canto en él. Ahí está todo lo duro y terrible que he vivido últimamente: el cáncer, la muerte de mi hermano, la separación de Azúcar Moreno... Y también la esperanza y las alegrías.
-Pensaba que quizá le costó grabar sola...
-Al principio, cuando grabábamos el primer tema, me quede bloqueada, empecé a llorar. Paramos un rato. Luego todo fue muy bien.
-Se ha hecho acompañar de José Mercé, Tomatito y la voz de Celia Cruz. Usted es gitana, ¿no le ha dado un poco de yuyu cantar con una muerta?
-No. Para mí, Celia está viva. Como Lola Flores. Están vivos todos a los que sentimos vivos.
-Canta en «Desencuentro»: «La araña que salvaste te picó / el hombre al que ayudaste te hizo mal / No te fíes ni de tu hermano». ¿No se fía de nadie?
-Me fío de pocos. Me encantaría fiarme de todo el mundo, pero la experiencia me dice que hay que ir con cautela.
-Habla de un desencuentro con la fe. ¿La perdió?
-Me preguntaba: ¿por qué me ha tocado a mí? A veces dudé y perdí la fe. Bueno, sucede que la pierdes y a la vez te agarras a ella. Una contradicción.
-Canta «Tengo miedo». ¿A qué tiene miedo ahora?
-A que le pase algo a mi familia. Cuando pasas por lo que he pasado yo, ves que la vida es muy frágil: es tan fácil de perder...
-Canta «Pa' los pesares». ¿Mujer con muchos pesares?
-He tenido muchas penas. Ahora empiezo a quitármelas de encima.
-Canta «Canción de los gitanos», con letra de Antonio Gala. ¿Un payo entiende bien a los gitanos?
-Gala sabe más de los gitanos que los propios gitanos. Yo soy una gitana trabajadora y con suerte.
-Canta «Como dos extraños». ¿A quién ve como un extraño?
-A mucha gente. Un día te levantas y no conoces al que está a tu lado.
-Canta «Tu sangre es mi sangre».
-Ahí está la auténtica herencia, la fuerza, el vínculo con la familia.
-¿Qué le hace mala sangre?
-La mentira. Y lo peor es que el mundo está lleno de mentiras y mentirosos.
-Así se nos ponen luego los triglicéridos...
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