Hereu urge ahora el pacto de la nueva financiación

Aún no hace dos semanas que el presidente del Gobierno, José Luis rodríguez Zapatero, visitó la ciudad de Barcelona y mantuvo un encuentro con una treintena de alcaldes socialistas capitaneados por Jordi Hereu. A lo largo de esta reunión, y en el parlamento posterior, el alcalde barcelonés eludió hacer referencia a las deudas que el Gobierno mantiene con Cataluña y Barcelona, fruto del retraso del pacto de la nueva financiación autonómica y de la inconcreción del capital que se desprende de la disposición adicional tercera del Estatut. Desaprovechada la oportunidad para forzar al presidente a cumplir sus promesas, Hereu decidió ayer cambiar de política y plantar cara a Zapatero con los ojos puestos a las elecciones municipales que se celebrarán dentro de dos años.
El alcalde de Barcelona celebró con una conferencia el paso del ecuador de su mandato. Dos años al frente del Consistorio barcelonés marcados por la ruptura del tripartito municipal y por la crisis económica. Ante este panorama, Hereu exigió a la Generalitat y al Gobierno que trabajen al máximo para que se puedan resolver las negociaciones de la nueva financiación en el menor plazo de tiempo posible. Según Hereu, «hace falta un buen acuerdo» para que la Generalitat pueda emprender políticas de bienestar junto con el Consistorio de la Ciudad Condal, porque la crisis es la «enemiga» de Barcelona.
El alcalde barcelonés intentó acallar las críticas garantizando que esta demanda la realiza «tanto aquí como en Madrid» y aseguró hacerla con la «legitimidad» que le otorga ser alcalde de una ciudad de 1,6 millones de habitantes. De todas formas, Hereu no quiere abrir un enfrentamiento con el Estado. El alcalde es partidario de «la suma de esfuerzos» con el resto de instituciones. «De la comedia de los enfrentamientos a veces no se saca mucho», aseguró a modo de advertencia a la oposición.