Impecable Lorenzo

La lluvia convirtió la carrera de MotoGP en una lotería, en una prueba de resistencia y habilidad en la que Jorge Lorenzo estuvo perfecto. El mallorquín dio una lección con la pista mojada, cuando se secó y también en la estrategia. La prueba empezó con el asfalto húmedo, pero todos sabían que las ruedas de agua sólo servirían para los primeros giros; después, el trazado se secaría y habría que entrar en «boxes» para subirse a la segunda moto, equipada con «slicks». La teoría era sencilla, aunque ponerla en práctica requería frialdad, talento y fortaleza mental. Todo eso tuvo Jorge Lorenzo, que tras su caída en Jerez recuperó el liderato con una actuación impecable. Todo lo contrario que Valentino Rossi, totalmente desacertado en Le Mans. El italiano hizo varias veces algo que no suele hacer: equivocarse. Fue el primero que se lanzó al cambio de moto y lo pagó cayéndose al suelo nada más salir a pista con las ruedas lisas. Ahí comenzó su cadena de errores, que continuó con dos entradas más en «boxes» para cambiar de montura y una cuarta obligada por los jueces como castigo tras haber superado el límite de velocidad en el «pit lane». Lo único bueno que mostró «Il doctore» fue su moral, ya que a pesar de todos los problemas se mantuvo en pista en busca de algún punto. No lo consiguió y su último lugar en la clasificación final es histórico.Mientras, su compañero de equipo disfrutaba liderando la carrera con autoridad. Se escapó cuando todos iban con ruedas rayadas, aumentó su ventaja mientras sus rivales entraban a cambiar de moto o se iban al suelo, y él pasó el último por «boxes» para salir con las gomas lisas y seguir abriendo hueco con el resto. Sólo Melandri amenazó su victoria en la mitad de la prueba, pero entonces el mallorquín recuperó su ritmo y dejó al italiano de Kawasaki a más de 17 segundos.Casi nunca hubo dudas del nombre del vencedor, aunque esto no fue un problema para que la carrera fuera espectacular. Las múltiples entradas en «boxes» para adaptarse a las condiciones de la pista, más propias de la Fórmula Uno, pusieron la emoción.De esto, de la emoción y la espectacularidad, se encargó Dani Pedrosa en las diez últimas vueltas, cuando comenzó su magnífica remontada hasta el tercer lugar del podio. El barcelonés partía desde la «pole» y fue de los primeros que pasó por los talleres. Tardó en encontrar su ritmo, pero cuando lo hizo no dejó de marcar vueltas rápidas. Su momento de furia e inspiración lo pagó su compañero Dovizioso, al que humilló con una demostración de superioridad. El italiano tenía once segundos de ventaja y Dani los convirtió en nada justo al comienzo del último giro. Sólo faltaba un gran adelantamiento y disfrutar del tercer puesto. «Me he tenido que esforzar a tope para pillarle. Ha sido muy excitante desde la moto», explicó. Stoner volvió a repetir su estrategia de sumar y esperar momentos mejores, que le sirve para estar empatado con Rossi en el Mundial por detrás del que manda, que ahora es Lorenzo.En 125 se estrenó «Julito» Simón y es el nuevo líder. Gadea fue tercero. Simoncelli ganó en 250cc, por delante de Faubel, que acabó con su mala racha.