Inauguran en Galicia la fábrica de paneles solares más grandes

Los avances en fotovoltaica no cesan. En esta ocasión las novedades vienen de la mano de T-Solar. El grupo, de capital cien por cien español, ha inaugurado en el Parque Tecnológico de Galicia (en Orense), su primera fábrica de módulos solares fotovoltaicos, cuya característica principal es que su avanzada tecnología de lámina delgada de silicio (silicio amorfo hidrogenado) permite reducir los costes de producción en más de un 25 por ciento, y por tanto, rebajar el coste por watio. Esta ventaja es fruto del esfuerzo realizado en innovación, ya que han conseguido reducir la cantidad de materia prima necesaria para la fabricación de los módulos, al pasar de los diez gramos de silicio que se utilizan habitualmente en los paneles a los 0,2 gramos. Otra de las características de estos paneles es que se trata de los más grandes del mercado (5,7 metros cuadrados). Y, aunque esto conlleve requerir más espacio, lo cierto es que resultan idóneos para las centrales solares de alto rendimiento, así como para la edificación. Pero uno de los objetivos de la compañía es -tras los actuales de silicio amorfo- producir paneles de silicio microcristalino. «Los paneles de silicio amorfo producen 1.300 megavatios hora al año, frente a los 1.200 del silicio cristalino. Son menos eficientes que el cristalino, pero lo importante es que el precio es inferior, pues permite rebajar el coste por watio en más de un 25 por ciento», explica Jordi Andreu, director Técnico de T-Solar y profesor del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Barcelona. Ahora bien, «los futuros módulos microcristalinos producirán aproximadamente los mismos MWh/año que los de silicio amorfo, pero la ventaja es que ocupan un 20 por ciento menos de espacio que los de silicio cristalino», avanza Andreu. Producción En cuanto a la fábrica (inaugurada por la ministra Elena Espinosa, natural de esta tierra), ésta puede producir 20 placas por hora; es decir, que producirá 700.000 metros cuadrados de módulos fotovoltaicos de distintos tamaños al año, con una potencia de casi 45 megavatios (MW), que se incrementará a 65 MW en una segunda fase», tal y como precisa Juan Laso, consejero delegado de T-Solar y presidente de la Asociación de Empresas Fotovoltaicas (AEF). Esta superficie de módulos, una vez sean instalados, permitirá producir energía eléctrica suficiente para abastecer cada año a más de 17.000 hogares medios y evitar al mismo tiempo, la emisión de aproximadamente 50.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), según los datos facilitados por el grupo. Para la puesta en marcha de esta factoría, que dará trabajo a 190 personas, T-Solar ha invertido más de 80 millones de euros. Una cifra elevada que la compañía prevé que recuperará a corto plazo, pues para el año 2009 espera que la facturación por la venta de módulos supere los 100 millones de euros.