Inspecciones

Zapatero ha confesado que el caso del inmigrante boliviano que perdió un brazo en una panadería situada en un pueblo de la Comunidad Valenciana le impactó e impresionó mucho. Lo ha dicho ahora públicamente, pero ya se lo había manifestado a los miembros de su Gobierno a los pocos días de suceder. Asimismo, ordenó que se intensificasen las inspecciones de trabajo a las empresas de todos los sectores, pero especialmente de aquellos donde puede haber más fraude. Y a ello se han puesto los organismos correspondientes, que ya han comenzado un plan masivo de visitas para comprobar las condiciones laborales de los trabajadores, sobre todo de los inmigrantes. Los que vieron a Rodríguez Z. durante aquellos días pudieron comprobar que estaba muy afectado e indignado por lo sucedido. Primero, por el hecho en sí; después, por la actitud de los propietarios de la panificadora y, por último, por las repercusiones negativas desde el punto de vista de la imagen que este hecho tuvo en bastantes países, tanto de Iberoamérica como de nuestro entorno.A la vista de lo anterior, ya se pueden andar con cuidado los empresarios de aquellos sectores que generan más empleo durante los meses de verano y en los que se suelen contratar más inmigrantes, como, por ejemplo, el turismo o el agrario. Que sepan, si no lo han comprobado ya, que van a tener a los inspectores en el cogote, siempre y cuando se cumplan las instrucciones dadas por el Gobierno.