Navarra
Julián Contreras Jr podría ser demandado por sus hermanos
Hoy se cumplen cinco años de aquel 23 de julio también sofocante y con vientos saharauis en el que se nos fue Carmen Ordóñez. Yo entonces preparaba un libro de relatos, cuentos o lo que saliera que titularíamos «Divinamente», algo que le venía al pelo, siempre débil y alborotado. Era el icono de una España que ya no existe. Personalidad y belleza únicas entroncaban distintas sagas toreras hoy culminadas en su hijo Cayetano. Francisco no está a la altura de sus antecedentes familiares porque es más comerciante que artista y brilla más por sus escarceos sentimentales que ante el toro. No hará historia como hicieron el abuelo Ordóñez, Paquirri o Niño de la Palma, ya no digamos su surrealista tío Luis Miguel. Su mejor faenaPleito habemus, o tal parece: Francisco y Cayetano pretenden vetar la película sobre Paquirri que proyectaba Telecinco. No quieren reabrir heridas cuando la de Carmen aún está viva y sin aclarar. Yo todavía me pregunto qué paso, ya que enseguida dieron carpetazo a las causas de su muerte y echaron una cortina de silencio cuajada de interrogantes. Hoy es su aniversario, ay, y no hay manera de olvidarla. A ver si alguno de los chicos tiene un detalle y le monta una misa conmemorativa. Sería su mejor faena ahora que nos impiden recuperar a Paquirri vía cine mientras que la Pantoja ya había vetado el documental sobre su agonía en Pozoblanco, unos veinte minutos que anticipaban lo ahora frustrado y prohibido. Parecen los herederos de García Lorca, que siguen viviendo, y cómo, del difunto autor del «Romancero gitano».Por otra parte, Julián Contreras Jr. mantiene la idea de realizar un «tv-movie» con dos capítulos que sinteticen la saga familiar. Él, ya lo adelantamos aquí, podría encarnar la figura de su abuelo don Antonio, al que los niños llamaban «el abuelo Bobo». Buenas y exaltadoras son las intenciones de Julián, pero, tal y como están de distanciados los tres hermanastros, igual le ponen pegas y torpedean lo que está gestando Fran Gordillo, quien ya eligió a una sevillana casi desconocida para revivir a la inimitable Carmen. Sea como sea, lo de Julianito empezará a rodarse este otoño y parece tener más suerte que «Manolete», el filme de Adrien Brody y Penélope Cruz. Por lo visto, resultó un bodrio inestrenable que, encima, tiene problemas económicos. Mientras, Matías Antolín asegura que Manolete es el ídolo de José Tomás y revela cosas espléndidas sobre Lupe Sino en «Torero de silencio», una rendida biografía de quien ya es el número uno en los tendidos. Y, hablando de decesos, en sus posesiones de Olite, en Navarra, falleció la anciana pero jaranera madre de Julio Ayesa. Él fue un personaje insustituible de la jet española –también símbolo de tiempos mejores–, pero lo dejó todo hace cinco años para cuidarla. Íntimo de los Kennedy, casi hermano de Pitita y Teñu de Hohenlohe, fue él quien presentó a la Preysler a Julio Iglesias .
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