Bruselas

La abstención ganará

La Razón
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Los españoles votamos cada vez menos en las elecciones al parlamento europeo, lo que demuestra que vamos ganando en buen gusto. De entre toda la oferta partidista que se nos ofrece durante la campaña, la abstención es la opción preferida por los ciudadanos, y eso que el «partido abstencionista» no hace propaganda electoral.
En la última cita para elegir a los europarlamentarios, más de la mitad de los electores prefirió tomarse el vermú en el chiringuito de la playa o en el campo antes que acudir a las urnas a legitimar un invento que nadie sabe para qué sirve, salvo para que unos señores que van en una lista, sin otros méritos conocidos, se hagan millonarios en los cinco años que dura su mandato.
Más de once mil euros mensuales, dietas aparte, y la posibilidad de colocar a dos familiares como «colaboradores» con el sueldazo correspondiente, es el pago que reciben los esforzados europarlamentarios por acudir dos días a la semana a Bruselas y apretar el botón oportuno cuando tienen que votar una directiva, ley o decreto que, por supuesto, ni siquiera han hojeado. Encima algunos se equivocan, como los once diputados europeos del PP que votaron a favor de una directiva que glorificaba el aborto, aunque algunos malpensados sigan opinando que no fue un error a tenor de sus declaraciones posteriores.
No es extraño que los candidatos pidan a la gente que acuda a votar, porque de seguir así la tendencia pasota el invento quedaría deslegitimado. Ya lo está, pero este domingo intentaremos dar otro empujoncito a la abstención. ¡A por el 60 por ciento! Yes, we can.