La bomba contra Patxi López iba a ser entregada el 27 de abril

La agenda que llevaba encima el etarra Jurdan Martitegi en el momento de su detención, el pasado sábado en la localidad francesa de Monturiol, tenía marcada una fecha con asunto clave: el lunes 27 de abril iba a ser entregada una furgoneta cargada de explosivos con destino a España.Fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN creen que el vehículo con el artefacto tenía como destino final algún objetivo relacionado con el futuro Gobierno vasco, que presidirá Patxi López. La investidura del nuevo Ejecutivo está prevista, en principio, para una semana después de la entrega de la furgoneta-bomba. El atentado se podría haber cometido durante esos días o en la jornada prevista para el inicio del acto parlamentario.Tal y como adelantó este periódico en su edición del pasado domingo, los expertos ya estudiaban esta posibilidad, aun antes de conocer el contenido de la agenda de Martitegi. La pista que había conducido a la Policía Nacional española hasta el pistolero etarra era un miembro «legal» (no fichado), Alex Uriarte, que residía y trabajaba en Vitoria, ciudad en la que se encuentra el Parlamento vasco y las demás instituciones autonómicas.En la reunión que, durante más de dos horas, mantuvieron en Monturiol Martitegi y Uriarte se habrían fijado todos los detalles de la entrega de la furgoneta, ya preparada para explotar y pendiente sólo de la activación del artefacto. Algo tan sencillo como apretar un botón, que puede hacer un «legal» como Uriarte o el resto de los miembros, también detenidos, de la célula de la que formaba parte.El «comando Elurra», autor, entre otras acciones criminales, del atentado contra la T-4 de Barajas, realizaba funciones similares. Recibía los coches-bomba ya preparados y los llevaba hasta el objetivo elegido, donde los dejaba activados.Fábrica de bombasETA dispone en Francia de un escondite en el que ha montado algunos de los coches bomba que han sido utilizados en España. Se supone que puede estar cerca de la frontera, con el fin de evitar largos desplazamientos por territorio galo y el consiguiente riesgo de caer en algún control policial. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reveló ayer en Londres que entre la documentación que se incautó a Martitegi había un documento que hacía referencia a la entrega de la furgoneta. «ETA tiene la nefasta manía de querer estar siempre presente en los grandes acontecimientos de la vida política», recalcó en rueda de prensa, tras reunirse con su homóloga Jacqui Smith. Por otra parte, Olaritz Aracama, detenida el sábado en Vitoria en el curso de este operación, ha sido puesta en libertad por la propia Policía sin necesidad de ser presentada ante el juez de la Audiencia Nacional.