Nueva York

La crisis puede con Picasso

Sotheby's vivió su peor noche desde el 11-S / La casa dice que las obras que no se vendieron «estaban sobrevaloradas»

La crisis puede con Picasso
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Antes de empezar la subasta de Arte Impresionista y Moderno en Sotheby's el pasado martes se podía adivinar que no iba a ser una gran noche para la casa: el catálogo era extremedamente fino, en el panel de valores de las diferentes monedas faltaban los rublos rusos, y la venta se limitaba a 36 lotes. No obstante, ni el menos optimista se hubiese atrevido a pronosticar lo que ocurrió en la casa del barrio residencial de Manhattan: las dos grandes apuestas de la velada, «Le chat», de Giacometti, y «La fille de l'artiste a deux ans et demi avec un bateau», firmada por Picasso, se quedaron sin comprador en una venta que alcanzó los 61.370 millones de dólares, su peor noche desde noviembre de 2001. Dar explicacionesMejor suerte corrieron las cuatro obras que salieron al martillo de Tamara de Lempicka, pertenecientes a la colección de Wolfgang Joop, que sí hallaron comprador y alcanzaron un total de 13.826.000 dólares, encabezadas por «Portrait de Marjorie Ferry», que se vendió por 4.898.500 de dólares, con lo que estableció un nuevo récord para una obra de la artista en subasta. Después de celebrarse la venta, el presidente del Departamento Impresionista y Moderno, David Norman, guardaba silencio mientras contemplaba cómo su equipo intentaba dar explicaciones a los periodistas. Norman indicó a LA RAZÓN que «el mundo ha cambiado después del colapso de septiembre de 2008 pasado y estamos aprendiendo cosas nuevas. Ya no se van a vender piezas a altos precios, a no ser que se trate de obras super fantásticas», remató. Norman, para calmar los ánimos, trató de justificar el pequeño número de lotes de la venta después de haber visto subastas pasadas con casi un centenar de piezas: «No queríamos saturar el mercado y los vendedores no han aceptado nuestras estimaciones porque las consideraban bajas», afirmó el experto, mientras apuntó que el subastador Tobias Meyer no pudo vender las grandes piezas de la noche por «estar sobrevaloradas». Sotheby's intenta, sin emabrgo, mirar hacia adelante. Norman admitió que «hemos encontrado que existe un nuevo público. No hay clientes rusos ni de los fondos de inversión. Ahora nos encontramos con hombres de negocios que están construyendo fortunas y compradores a niveles más bajos». Ayer por la noche le tocó el turno a Christie's, en cuya subasta destacó un Picasso, «Mousquetaire a la pipe», puesto a la venta por una de las víctimas de Madoff, el gurú de Wall Street que ha estafado millones.