La educación diferenciada está en los planes de la UE

La UE no quiere hacer de la educación un campo de batalla. Al menos no en los términos en los que se emplea el Gobierno español. El comisario de Educación, el eslovaco Jan Figel, no ha podido ser más claro. Para él, Europa es lo suficientemente amplia para que todos los modelos educativos tengan cabida. Figel asegura que «no estamos en contra de la educación diferenciada» y que «no impondremos un modelo, pues no queremos establecer un sistema único». Hasta aquí la declaración de intenciones de la UE. Más allá, el respaldo práctico a los padres que apuestan por un modelo que está en el punto de mira de la Administración española. Figel afirma que «no importa a qué escuela se vaya; si es pública, privada o de la Iglesia. Todos los niños tienen derecho a una contribución de los estados». Vista la opinión de la UE, el Ejecutivo es el único que apuesta por una «educación diferenciada»... pero del resto de Europa.