La Feria te llama

Les dejé con el plato de pimientos fritos, la tortilla y el consabido jamón. Estos platos tan de Feria son los que más le gustan a la Duquesa Cayetana, por eso Loli y Tere Reina los tenían preparados en su caseta. Después, el cuerpo le pedía fiesta y, acompañada de sus inseparables Carmen Tello, Marta Talegón y Mamer Peralta, se marcharon a la Pinedilla, un clásico de la Feria, con muchos amigos. Las sevillanas empezaron a sonar y, como las Recasens, Victoria Loscertales y Javier Maza son grandes del baile, todo se animó enseguida. Puse mi granito de arena bailando con Mamer, recibí de nuevo las felicitaciones de la Duquesa, detalle que adjunto en mi ya gran currículum de bailaor de sevillanas. Mientras la fiesta continuaba pasé por la caseta de José María Gil, en uno de sus espectaculares coches de caballos y con un grupo de amigos dominicanos nos fuimos a la caseta del Herrera, animadísima. De ésta, con Rosa y Miguel Gallego, nos desplazamos a «La Maestranza», donde lo pasamos genial. Bailé con Carmen Tello, Marta, Mamer, Beba Longoria y unas sevillanas escandalosas con Marita Joly. Ya de recogida, con mis tres estupendas amigas y a pie, nos pararon para unas penúltimas estaciones, que ya se sabe que son con derecho a copa y a baile, incluso a bulerías. Afortunadamente nos esperaba el conductor de Carmen Tello, que nos fue dejando en nuestras casas, cosa muy de agradecer, porque mientras hablas, bebes y bailas, el cuerpo está como un buen reloj, a punto, pero cuando traspasas el Real de la Feria, la magia se acaba y se te rebelan todos los músculos y huesos. Es el momento en que dices, hoy lo he pasado tan bien que mañana no vuelvo, porque voy destrozado. Pero ya se sabe, la Feria te llama y te llama con todos sus olores, sabores, pellizcos y misterios y quién se niega a oír tales llamadas, te levantas, tomas tu aspirina, alguna vitamina, escoges una ropa muy favorecedora y te encaminas a donde está mandado, siguiendo la llamada de la Feria.