La humanidad inspira al arte

«El rostro de la Caridad», la obra que el escultor valenciano Miquel Navarro ha diseñado a petición de la Casa de la Caridad, servirá como galardón que la entidad solidaria entregará como reconocimiento a la labor de personas y empresas que han contribuido de forma altruista a paliar la miseria de los más necesitados. El premio tendrá una periodicidad de tres o cinco años, pues según explicó el presidente de la asociación, Antonio Casanova, se trata de darle el valor que merece y a quien lo merece. La entrega se realizará en un acto «sencillo, pero solemne», exento de pompa. La obra, de la que se han realizado cincuenta copias, está fabricada en bronce y es la versión tridimensional del símbolo que el escultor regaló a la asociación con motivo de su centenario y que desde entonces se ha convertido en la imagen de la entidad. Una figura que representa la «modernidad, el dinamismo», y cuyos materiales representan «la fuerza» que tiene esta institución para continuar colaborando con la sociedad. «Tenemos la desgracia de seguir existiendo. El día que cerremos, será un buen día, porque ello supondría que ya no somos necesarios». Antonio Casanova explicaba ayer la importancia de la asociación en momentos tan difíciles como el actual. La Casa de la Caridad reparte cada día 500 raciones de alimento, alcanzando en el mes de mayo la cifra de 13.566 comidas, tan sólo a mediodía, es decir, un 191 por ciento más que en el mismo mes de 2008. En los cinco primeros meses del año, el reparto de alimentos supera las 54.500 raciones a la hora del almuerzo.