España

La leche en ruina

La Razón
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Francia está provocando la ruina de la producción de leche en España sin que se nos haya dado una razón aunque la intuyamos. Es verdad que la crisis lo invade todo, pero hay sectores como el que acabo de referir que la padecen con especial dureza, con el agravante de que las causas son externas. Los ganaderos lácteos ven cómo el desamparo gubernamental está provocando su derrumbamiento. A mi amigo Rogelio esta situación le recuerda a los tiempos de negociación para la entrada de nuestro país en la Comunidad Económica Europea. Para favorecerla, se nos obligó a sacrificar buena parte del futuro de la agricultura mediterránea, de la pesca y de la ganadería, entre otros. Hoy parece que se vuelve a las andadas. El Gobierno francés está subvencionando la leche sin que la Unión Europea tome cartas en el asunto. Al resultar más barata, se facilita la entrada en el mercado español. Por contra, el Gobierno de Zapatero no atiende las reivindicaciones del sector para implantar la igualdad de oportunidades en la competencia. Resultado, la leche gabacha es más ventajosa para las grandes distribuidoras de España, circunstancia que facilita el abuso contra los productores nacionales. ¿Cómo? Muy sencillo, utilizando empresas intermedias. Éstas son las encargadas de negociar a la baja con los ganaderos, especialmente en el norte de España, que se ven obligados a malvender la leche ante el riesgo de tenérsela que tragar por la imposibilidad de darle salida al mercado. Al final de este juego, están las grandes beneficiadas, las empresas distribuidoras. Las preguntas más importantes quedan sin respuesta. ¿Por qué Francia subvenciona su leche? ¿Por qué la UE calla? ¿Por qué España ni ayuda ni protesta? ¿Es la leche uno de los pagos al auxilio prestado por Sarkozy para que Zapatero tenga silla de segunda fila en el G-20? ¿Es el agradecimiento a la colaboración de Francia en la lucha contra el terrorismo? Que nos lo digan. O simplemente, ¿somos ingenuos o torpes? Quizás sea justo que España pague la aportación de Francia, pero no a costa del hundimiento de unos pocos, en este caso de los ganaderos.