Bruselas

La ley contra las descargas se queda colgada

La ley contra las descargas se queda colgada
La ley contra las descargas se queda colgadalarazon

Tras un año de secretísimas negociaciones, el sector cultural y los operadores de telefonía sólo se han puesto de acuerdo en una cosa: se ven incapaces de alcanzar un pacto para atajar las descargas de internet. La insistencia de un sector de los creadores en cortar la conexión a los «piratas» más recalcitrantes se ha topado con el rechazo de los operadores. Y, ante esta diferencia insalvable, las dos partes han remitido sendos documentos con sus ideas al Gobierno, que ahora se encargará de legislar este polémico asunto. «Las negociaciones están suspendidas», admitieron ayer ambos bandos.Fue precisamente el Ejecutivo quien pidió a las partes implicadas que negociasen un pacto. Por un lado está Redtel, que agrupa a las principales operadoras (Telefónica, Vodafone, Orange y Ono). Y, por el otro, la Coalición de Creadores, que representa a la industria de contenidos, capitaneada por la SGAE. Como el canon digitalEl plan era que la nueva normativa estuviera lista para la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010. Sin embargo, la «suspensión» de las negociaciones, que según la Coalición no es todavía definitiva, deja la papeleta en manos del Gobierno. De nuevo Industria y Cultura tendrán que negociar otra medida impopular en el ámbito de las nuevas tecnologías, como ya ocurriera con el canon digital. Desde las operadoras, se achaca el fiasco de las negociaciones a la división entre los creadores. Parte de la industria cultural había renunciado a cortar la conexión a los «piratas», al estilo de la polémica «ley Sarkozy». Sin embargo, otros seguían insistiendo. «En la Coalición hay gente de todo pelaje, no todos son Teddy Bautista», aseguran las operadoras, en referencia al presidente de la SGAE, conocido por su «mano dura» contra las descargas.Mientras, voces cercanas a los creadores apuntan que las operadoras se levantaron de la mesa para que sea el Gobierno quien regule el sector y así evitar que su imagen no salga perjudicada. En esta decisión habrían influido dos hechos recientes. Primero, la votación en el Parlamento francés del pasado 9 de abril que tumbó la pretensión de privar de internet a los usuarios reincidentes. Y, además, el nombramiento al frente de Cultura de Ángeles González-Sinde, la ministra «sindescargas» como es conocida entre los internautas: «A las empresas de telefonía les da pánico firmar un documento que les relacione con la ministra», apuntan. Según la Coalición, ya se había llegado al consenso en tres aspectos: la creación de un órgano adscrito a Industria se haría cargo de amonestar a los «piratas» por vía administrativa, la desconexión de aquellas páginas que hicieran explotación comercial de contenidos ilegales y el impulso de una oferta legal atractiva para los consumidores. «Sin embargo, acordamos que no habría pacto si no estaba todo cerrado», explican las operadoras. «La desconexión no era un fleco, sino un tema crucial».La regulación de internet es uno de los retos más difíciles a los que se enfrenta González-Sinde, que ha solicitado a los creadores que incorporen a la negocación a representantes de los internautas. Este martes, la nueva ministra rompió en el Senado su cauteloso silencio al respecto: «Buscaremos nuestro propio modelo, que será distinto al de otros países», en referencia a los temores de los internautas a que el Gobierno imite la estricta norma francesa. Precisamente, ayer la norma volvía a ser discutida en la Asamblea Nacional gala, después de que la ausencia de diputados del UMP, el partido gobernante, impidieran su aprobación a principios de mes. Se espera que la nueva votación se celebre a mediados de mes. A pesar de la polémica, la norma recibió ayer un espaldarazo de Bruselas, después de que el Parlamento de la UE se hubiera pronunciado en contra. Tras varias semanas de negociaciones sobre la desconexión de los usuarios infractores, la Eurocámara y los Gobiernos comunitarios alcanzaron ayer un texto de compromiso. En él, desaparece la exigencia de una autorización judicial previa para el corte de acceso.Sinde: «Recibo bien las críticas»La ministra de Cultura respondió por primera vez en el Congreso a instancia del PP, que le recordó que casi 30.000 internautas reclaman su dimisión en Facebook y otras redes sociales. González-Sinde, además de volver a prometer diálogo a las partes, recordó que «no he dejado de hacer gestos» a los internautas desde que asumió su cartera y parece encajar bien los ataques de la red: «En cada crítica educada veo una motivación para lograr el acuerdo y un punto de vista que debe ser estudiado». Aun así, pidió que intenert no se convirtiera en un «elemento de crispación».