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La ley española sobre aborto de las más permisivas en todo el mundo

La Razón
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MADRID- Decenas de miles de personas marcharán mañana en contra de la reforma a la ley del aborto propuesta por el Ejecutivo. En Madrid, los organizadores esperan reunir a más de 100.000 personas, que se sumarán a la multitud de asistentes a las 87 concentraciones que tendrán lugar a lo largo del fin de semana por todo el territorio nacional. Un repaso por la legislación del mundo sobre el tema deja entrever que la postura ante el aborto es variopinta, si bien la mayoría de los países desarrollados lo permiten en mayor o menor medida. No obstante, si hay que encontrar un rasgo común en las legislaciones más aperturistas -al menos en el entorno europeo- éste es el de garantizar los controles para el cumplimiento de la ley, precisamente el punto más flaco de la legislación española actual. Nuestro país es, junto a Grecia, el destino turístico abortista, gracias a la laxitud con la que se pone en práctica el supuesto relativo al riesgo para la salud psíquica de la mujer, y que permite abortar por esta circunstancia en cualquier momento de la gestación. Este paraíso del aborto en Europa lo constataba un informe del Instituto de Política Familiar de 2007 que revelaba que España era el país de la UE 27 con mayor crecimiento en el número de abortos en lo que va de década, un 59 por ciento. De los 27 países de la UE, en 14 se tiene que alegar una causa para abortar y en 11 se puede abortar dentro de un plazo sin justificación. Por último, Malta e Irlanda lo tienen prohibido. Europa cumple Lo más destacable del mapa europeo del aborto es que la permisividad de la ley no es siempre sinónimo de mayor número de casos, tal y como demuestra Holanda. En los Países Bajos, donde la interrupción del embarazo es libre hasta la semana 12 -y se autoriza hasta la 24 si la mujer muestra alteraciones psíquicas- el estricto cumplimiento de la ley, unido a una buena educación sexual y acceso a la anticoncepción limita la necesidad de recurrir al aborto. Así, en Holanda acaban en aborto el 12,7 por ciento de los embarazos, frente al 18,5 por ciento de España, según datos del informe de IPF. «Pongamos controles, pero no cambiemos la filosofía. Si en otros países la vida humana está menos protegida, no son un espejo en que mirarse», lamenta Julio Banacloche, catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Complutense de Madrid. De salir adelante la ley de plazos en España, ésta sería anticonstitucional. Además, no sería la primera vez que un organismo de justicia echa atrás una normativa del aborto. Ocurrió en Alemania en el año 1975 con una ley similar a la que ahora pretende el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. «El Tribunal Constitucional no discutía que había vida, pero exigía que hubiera una justificación para abortar», explica Carlos Vidal, profesor titular de Derecho Consitucional de la UNED. Otro tema, el de permitir el aborto a las jóvenes de 16 años se solventó en Italia con la exigencia de que la «menor tuviera tutela judicial, como alternativa a los padres», explica Vidal. Lo cierto es que el Tribunal de los Derechos Humanos Europeos «nunca ha dicho que el aborto sea un derecho, ni que tenga que existir», señala Banacloche, que cita un dictamen de 2007 contra Polonia en el que señala que la regulación de este tema depende de cada país. ¿Y qué ocurre lejos del viejo continente? En Estados Unidos, la legalización del aborto llegó a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo de 1973. La resolución del caso «Roe versus Wade» se interpretó como la legalización del aborto en todo el país. «A partir de ese momento el aborto creció exponencialmente, pero con los años la mentalidad cambia y la mayoría empieza a ser partidaria de restringir el aborto libre», explica Pablo Nuevo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Abat Oliba-Ceu, de Barcelona. Las restricciones que han ido legalizando los distintos Estados estadounidenses pasan por la no utilización de dinero público para el aborto, exigir el conocimiento de los padres en el caso de menores, desligar el dinero que va a la ayuda al desarrollo de organizaciones que practican abortos en el Tercer Mundo y la prohibición de interrumpir un embarazo más allá de un determinado plazo. «Nosotros nos dirigimos a un lugar de donde otros vuelven», señala Banacloche. En Canadá y Australia el aborto también es libre. Caso aparte es el de China, donde el totalitarismo político del Gobierno interfiere en la planificación familiar y limita a uno el número de vástagos por familia, como forma de detener el crecimiento de la populosa demografía china. En el país asiático el aborto también está permitido en cualquier momento de la gestación. Por contra, en Sudamérica, el aborto sigue estando prohibido en la práctica totalidad del continente y su despenalización empieza a ser un tema de debate en algunos países. Uno de los intentos más recientes, el de Uruguay, concluyó con el veto de su presidente, Tabaré Vázquez -socialista y médico- a la ley de despenalización. Si bien en los últimos años, Colombia (2006, en tres supuestos) y Ciudad de México (2007, aborto libre las 12 primeras semanas) lo han despenalizado.