La mayoría de los españoles elogia la actitud de López ante el atentado

MADRID- Nuevos aires en el Ejecutivo vasco. Es lo que aprecia la mayoría de los ciudadanos –50,7 por ciento–, que consideran que la reacción del Gobierno de Patxi López ante el último atentado de ETA es mejor que la de sus antecesores. Así lo pone de manifiesto el Barómetro del Grupo Antena 3, que desvela, además, que dos de cada tres españoles, el 69,3 por ciento, consideran que aún no existe unidad entre las formaciones nacionalistas y las no nacionalistas.Mientras, entre los que no ven una mejoría en la reacción del Ejecutivo vasco, uno cada cuatro piensa que ha sido similar a la de ocasiones anteriores, mientras que apenas un 3,8 por ciento la califica de peor. Y también han valorado las declaraciones de Francisca Hernández, la viuda del último asesinado, Eduardo Puelles. La mayoría de los españoles coincide en que sus palabras fueron totalmente oportunas cuando exigía que a los terroristas se les acabara el «negocio». Tres de cada cuatro encuestados opinan así. Sólo un 9,3 por ciento tacha su intervención de poco oportuna, mientras que un escaso 3,8 la ve como totalmente innecesaria.Lo que sí que es necesario es la unidad de los políticos y los ciudadanos para acabar con el terrorismo. Sólo un 14,7 por ciento está convencido de que no existe fractura entre las formaciones. En cuanto a la sociedad vasca, la situación está casi en «tablas». Un 43,7 por cientos cree que entre los ciudadanos del País Vasco no existe unidad frente al terrorismo, frente a un 40,2 que opina lo contrario.

De la Vega: «El PNV quiere llamar la atención»«No entiendo la polémica ni el enfado del PNV». Así valoró ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la actitud del PNV en relación a la colocación de dos banderas españolas en el monte Gorbea de Vizcaya tras unas prácticas del Ejército de Tierra. Para la portavoz del Gobierno, la formación nacionalista busca «llamar la atención al precio que sea».Mientras, las asociaciones de militares destacaron ayer que es algo «absolutamente normal, como el que tiene sed y bebe agua».