Sevilla
La odisea de llegar al Real en metro
Lleno absoluto ayer en el Real. Miles de sevillanos aprovecharon la jornada festiva para inaugurar la Feria, que amaneció cubierta de nubes. Muchas familias con niños en carritos, primeros paseos a caballo y en carruaje, trajes de flamenca de estreno e interminables comidas en las casetas. Se repitieron las escenas costumbristas que cada año dan vida al recinto, aunque había una novedad importante: el metro.Muchos decidieron ir a la Feria en el suburbano, persuadidos por su teórica rapidez, cercanía al Real y comodidad, sobre todo para los que tienen el coche como única opción de transporte. Sin embargo, acceder a los trenes y llegar luego a las estaciones de Plaza de Cuba, Parque de los Príncipes o Blas Infante se convirtió en una pesadilla. Como ocurrió el Domingo de Ramos, se formaron largas colas en las terminales de Condequinto y Ciudad Expo, de donde partió el grueso de viajeros. A las tres de la tarde la estación ubicada en el barrio nazareno era un hervidero de usuarios. En torno al centenar se concentraban en el andén cada vez que llegaba un convoy. Los trenes hacían su última parada, pero en el interior se quedaban decenas de viajeros que se habían montado en las estaciones de Nervión, Gran Plaza, Primero de Mayo, Amate y la Plata. ¿Por qué? La mayoría de los trenes pasaban de largo por estas terminales hacia Los Remedios y, cuando se paraban, apenas podían subir más personas porque estaban llenos.Trayectos de casi una horaEn el interior: calor, cuerpos compactados e innumerables incidencias, como puertas bloqueadas porque algún viajero accionaba la señal de emergencia y parones eternos. Alguno ya pensaba en ir al día siguiente al Real en coche o en autobús.Casi una hora duraban los trayectos desde Condequinto hasta la Plaza de Cuba. Algo menos los del Aljarafe, con estaciones más cercanas a la terminal de Blas Infante. Al mediodía, la Línea 1 casi llegó al colapso, aunque – retrasos aparte– los trenes circularon con cierta normalidad durante la madrugada.Mientras, en el recinto iba subiendo la temperatura ambiental y emocional. Por la mañana, primera recepción en la caseta municipal. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, recibió a los organizadores de la «Peace Cup Andalucía 2009», que se celebrará del 24 de julio al 2 de agosto con la final en Sevilla. El regidor aprovechó para hacer balance de las primeras horas de fiesta. «La novedad extraordinaria de esta Feria es el éxito del transporte público», aseguró, no sin antes matizar que «el metro y el autobús no compiten entre sí, sino que le van ganando la batalla al vehículo privado que tantas dificultades da en lugares y momentos como éste». También indicó que «la gente está muy dispuesta a pasárselo bien aunque estemos en crisis económica», por lo que esperó que «la fiesta no se agüe por eso, ya que es una buena manera de afrontar con alegría y codo con codo las dificultades que se están viviendo».La oposición también se disponía a vivir con intensidad su propia fiesta. En la portada, la plana mayor del PP andaluz –con su presidente, Javier Arenas, y el portavoz municipal en Sevilla, Juan Ignacio Zoido, a la cabeza–, recibía al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, dispuesto a desconectar por unas horas de la política.Debido a la gran afluencia de personas se registraron algunos incidentes. En la calle Juan Belmonte un caballo hirió a una viandante, que tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital. El vehículo de emergencias irrumpió frente a las casetas entre el asombro de los caballistas y feriantes. Por lo demás, la noche transcurrió con algo de más frío que en la jornada inaugural del «alumbrao».Protesta frente a la caseta municipalLos hermanos del conductor de Tussam que se suicidó en noviembre, que denuncian una persecución de la directiva de la empresa, trasladaron ayer su indignación a la Feria. Tras ser desalojados momentos antes de la llegada del alcalde, anunciaron que la próxima semana interpondrán una demanda por accidente laboral.
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