Nueva York
La primera hispana del Supremo
Obama designa a Sonia Sotomayor, de origen puertorriqueño, para ocupar la plaza vacante / Los demócratas llevaban 15 años sin nombrar a nadie en este tribunal
Cuando Obama presentó ayer a Sonia Sotomayor como su candidata para el Tribunal Supremo junto al vicepresidente, Joe Biden, el presidente de EE UU regaló a los fotógrafos una gran instantánea que define la cara del nuevo Estados Unidos: el primer mandatario afroamericano, con un blanco como mano derecha a su lado, con la que será la primera hispana jueza de la más alta corte del país si es ratificada por el Senado.
El periodista del canal latino «NY1Noticias» Juan Manuel Benítez explicó a LA RAZÓN que «lo que más me ha llamado la atención es que Sonia Sotomayor (de 54 años) no se parece en nada a los jueces del Supremo. Casi todos son blancos y muy mayores». Benítez cree que la hispana puede traer «aire fresco» al tribunal. Por su parte, Michael K. Lavers, editor de política nacional de la publicación gay «EDGE», recalca que «Obama tiene una gran oportunidad para decidir la dirección ideológica del tribunal».
Obama destacó que Sonia «es una mujer que inspira» a la gente y remarcó que encarna «el sueño estadounidense».
El líder demócrata llamó por teléfono el pasado lunes a las nueve de la noche a esta jueza de la Corte Federal de Apelaciones para comunicarle que quería que sustituyese al juez liberal David H. Souter, que ha decidido retirarse. De esta forma, no se espera que modifique el curso de las decisiones del Alto Tribunal, formado por nueve miembros: cuatro conservadores, el mismo número de demócratas y uno de centro. Eso sí, Sotomayor nunca ha tenido que pronunciarse sobre cuestiones controvertidas como el aborto o los derechos de los homosexuales. Y ahora se verá qué tipo de ideas tiene.
La «newyorican», como se definen los puertorriqueños nacidos en Nueva York, estuvo el jueves de la semana pasada durante seis horas en la Casa Blanca. Charló con Obama durante algo más 60 minutos, que quedó sorprendido por su inteligencia y calidad humana.
Sotomayor fue elegida por Bush padre como jueza federal en 1991. En 1998, fue ascendida por Bill Clinton al Tribunal de Apelaciones. Ahora, sólo le queda la ratificación del Senado para llegar a lo más alto de su carrera.
Los republicanos han prometido que serán justos. De momento, sólo parece que podrán utilizar en su contra un comentario que hizo hace años con el que aseguró con una sonrisa que «los jueces hacemos la ley». Y los conservadores querrán saber qué quería decir cuando se supone que los magistrados se limitan a interpretarla.
Una chica del Bronx Cuando Sonia Sotomayor agradeció ayer al presidente su decisión, no dejó de mirar a la primera fila. Ahí, estaba su madre, su padrastro, su hermano, su cuñada y sus sobrinos. Se crió en este barrio de Nueva York, en un edificio de viviendas sociales. Su familia tenía la única enciclopedia del vecindario, la compró su madre con mucho esfuerzo después de quedarse viuda. Sotomayor, de pequeña, pensó que podía ser abogada como el letrado de la serie «Perry Mason». Sabía que tenía que sacar muy buenas notas porque su madre no podía pagarle los estudios. Se graduó «summa cum laude» en Princeton. Luego, continuó su formación en la prestigiosa Yale.
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