La Roma vuelve al Bernabéu

Madrid- Francesco Totti nunca fichó por el Real Madrid, pero se está acostumbrando a jugar en el Bernabéu. Una vez más el sorteo ha mandado al equipo madridista a enfrentarse con la Roma, el equipo menos italiano de Italia. Nadie más se atreve a jugar con tres delanteros en el «calcio» y dos extremos tan abiertos como Giuly y Mancini.

Es el invento de Spalletti, que ha revitalizado a este equipo desde que llegó al banquillo hace dos temporadas. Prescindió del delantero centro, arrimó a Totti al área contraria y convirtió al antiguo lateral derecho, Mancini, en el extremo izquierdo. Un extraño plan que ha llevado a la Roma a convertirse en el equipo más atractivo del «calcio» y el único capaz de disputarle al Inter el campeonato.

Spalletti, el técnico, ha tenido que aprender en los últimos meses a vivir sin su capitán, Totti. La lesión del «10» ha permitido explotar a Vucinic. El delantero montenegrino es lo más parecido que tienen a un delantero centro y Mijatovic ya ha admitido en Italia que lo están siguiendo.

Panucci y Cicinho, los dos laterales derechos, son los restos de madridismo que tiene el equipo. Panucci ha renacido en los últimos meses e incluso ha regresado a la selección. Un gol suyo en Escocia clasificó a los italianos para la próxima Eurocopa. Aquilani y De Rossi son los otros habituales en las convocatorias de Donadoni.

Los dos centrocampistas internacionales manejan el centro del campo, aunque Aquilani ha tenido problemas con el club en los últimos tiempos por una oferta del Inter. Perrotta, campeón del mundo, es un habitual, pero ha encontrado mucha competencia en el chileno Pizarro. Llegado del Inter el año pasado, aporta llegada y disparo lejano. Algo importante para un equipo que encuentra el gol en las arrancadas de sus centrocampistas más que en el juego de delanteros clásicos.

El Barcelona juega contra el Celtic, un equipo al que no ha conseguido derrotar en sus dos últimas visitas al Camp Nou. El japonés Nakamura es lo más llamativo de un bloque que sobrevive con algo más que juego largo y balones aéreos. Para eso tiene al holandés Venegoor of Hesselink, al que el australiano McDonald le discute el puesto en los últimos tiempos.

El preparador, Gordon Strachan, ha dado al equipo escocés un aire menos primitivo. Para ello, Nakamura es su principal colaborador. Esta temporada ha encontrado apoyo en el italiano Donati. «Sentimos que podemos batir a cualquier adversario. Defensivamente, somos un equipo fuerte, difícil de superar. Por lo que aventuro un duelo apasionante con el Barcelona en los dos partidos», dice el técnico escocés.

El centro del campo es la zona mejor poblada del equipo. Aparte de Donati y Nakamura, se hace notar la presencia del zurdo internacional McGeady, uno de los «culpables» de la resurrección de la selección escocesa, capaz de discutir la clasificación para la Eurocopa hasta el último momento a Francia e Italia.

En la portería, el polaco Boruc aporta sobriedad y serenidad a su defensa.