París

Los agentes franceses se convierten en objetivos de ETA

ETA comunicó en 2001 que los enfrentamientos a tiros con la Gendarmería se habían producido en «contra de su voluntad».

Los agentes francesesse convierten en objetivos de ETA
Los agentes francesesse convierten en objetivos de ETAlarazon

Eta a la desesperada. Los cabecillas han levantado una prohibición que existe desde que la banda utiliza el territorio francés para mantener en la clandestinidad a sus miembros y los distintos «aparatos» que le permiten atentar en España. Los agentes galos, incluidos los que participan en la lucha antiterrorista, eran «intocables». No se podía disparar contra ellos. Llegado el caso, si era imposible la fuga, había que entregarse sin más. Pero las cosas han cambiado y, en el plazo de pocos días, dos pistoleros de la organización criminal han intentado hacer uso de sus armas. La respuesta que tuvieron en ambos casos fue contundente. En Francia, si un delincuente va armado, su arresto se puede producir sin ningún tipo de contemplaciones.Expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN han subrayado estos hechos, que supondrían una «desobediencia» de la citada orden. Consideran, por el contrario, que no se trata de una casualidad sino que responde a una decisión adoptada por los cabecillas de la organización delictiva. El pasado día 10, fue Ekaitz Sirvent, jefe del «aparato de falsificación», el que trató de hacer uso de su arma en el momento de su detención, en la estación de ferrocarril de Montparnasse, en París. El sábado, Gorka Azpitarte Rajado, cuyas responsabilidades reales en ETA se están investigando, intentó tirar de pistola.La respuesta de los agentes de la Policía Judicial, según adelantó LA RAZÓN en su edición de ayer, se produjo en «términos categóricos» y de forma enérgica.Los miembros de ETA que se esconden en Francia pueden disparar contra los agentes españoles que trabajan en territorio galo si logran descubrirlos, como ocurrió con dos guardias civiles en la localidad de Capbreton.El 13 de diciembre de 2001, ETA hizo público un comunicado después de que, en dos operaciones diferentes, miembros de la banda dispararan contra agentes de la Gendarmería francesa y dejaran al borde de la muerte a uno de ellos.La banda explicaba que los «enfrentamientos, que han causado heridos y el secuestro (detenciones) de ciudadanos vascos, se han producido en contra de la voluntad de ETA».Los terroristas daban por zanjado el asunto y la verdad es que desde entonces, pese a los numerosos arrestos habidos en Francia, no se han repetido hechos de esta gravedad.Sirvent y Azpitarte, según las citadas fuentes, no eran «tipos de segunda» dentro de la banda ya que uno estaba al frente de un «aparato» (quizás con más competencias que, de momento, no se conocen) y el otro podía tener también importantes responsabilidades. Cuando intentaron utilizar sus armas, sabían lo que hacían y, además, estaban autorizados para tomar una decisión tan comprometida.