Los Ángeles ciudad tomada

Las cifras que rodean la muerte de Jackson, uno de los más impresionantes espectáculos meditáticos de los últimos tiempos, asustan. Más de un millón y medio de admiradores de Michael Jackson se espera que hayan llegado a Los Ángeles entre ayer y hoy. La policía ya ha cortado algunas de las calles alrededor del Staples Center, donde tendrá lugar el funeral, y 20.000 medios acreditados de todo el mundo montan ya sus dispositivos para hacerse con un buen sitio. Sin embargo, no serán más que 17.500 los agraciados con las entradas, que se ofrecieron el pasado viernes a través de internet para el servicio fúnebre de Jackson. Sin salir de casaSe espera que, al menos un millón y medio de seguidores se congreguen frente al estadio para presenciar los actos a través de una pantalla gigante en el cercano Teatro Nokia. «Quizá quieran tener en cuenta que resultará más cómodo verlo desde casa», dijo la concejal de la ciudad, Jan Perry, quien ocupa el puesto del alcalde Antonio Villaraigosa durante sus vacaciones. La ceremonia también se retransmitirá por internet. Una estación de radio local informó de que se ha solicitado a más de 1.400 oficiales del departamento de Policía de Los Ángeles que se ofrezcan como voluntarios. Y es que el cuerpo, que cuenta con cerca de 9.000 agentes, se negó a comentar la información o a revelar la cantidad de sus miembros que estarán disponibles. El portavoz de la familia Jackson, Ken Sunshine, también se negó a facilitar detalles del sepelio, pero indicó que no habrá procesión fúnebre y que el cuerpo del artista no estará presente en la ceremonia, aunque ha trascendido que se ha duplicado la seguridad en el cementerio Forest Lawn Hollywood Hills, donde descansarán los restos de Jackson, en una ceremonia íntima sólo para la familia que tendrá lugar antes del memorial. Los funcionarios también mantuvieron silencio sobre el costo del servicio fúnebre y de quién lo pagará. Los ganadores de las entradas recogieron ayer los pases y unas pulseras que les permitirán entrar al funeral. Ninguna podrá ser revendida, aunque ayer circulaban informaciones en la red que elevaban hasta los 10.000 dólares el precio que se estaría ofreciendo por ellas. «Me avergonzaría de quienes tratan de sacar partido de esto», señaló Tim Leiweke, el presidente y director de AEG, la empresa que había puesto en marcha la gira del rey del pop. Asimismo, en una vista oral celebrada ayer se supo que el juez Mitchell Beckloff concedió el control legal sobre el patrimonio de Jackson, valorado en 500 millones de dólares, al abogado John Branca y al directivo discográfico John McClain, ajenos a la familia del artista, tal y como quería el artista.