Los chequeos son necesarios a partir de los 45 años

A partir de los 45 años, los chequeos médicos cumplen un papel preventivo crucial en la posible aparición de numerosas enfermedades, con especial protagonismo de las patologías cardiovasculares, principal causa de mortalidad y morbilidad en nuestro país.
«Sobre todo en una sociedad como la española –manifiesta Manuel Serrano, jefe de la Unidad de Medicina Interna de Clínica La Luz– donde los casos de obesidad, diabetes e hipertensión no han parado de crecer en los últimos años, como consecuencia directa de los malos hábitos de vida. De hecho, se calcula que en torno al 20 por ciento de la población en nuestro país entre 45 y 55 años es hipertensa».

Falta de previsión
Pese a los beneficios demostrados de realizarse periódicamente un chequeo médico, aún no existe una cultura preventiva plenamente arraigada en la población española. En opinión del Serrano, «tener una actitud preventiva, sobre todo a partir de la segunda década de la vida, favorece un envejecimiento saludable». De ahí que la recién creada Unidad de Chequeos de la Clínica La Luz establezca como prioridad detectar estilos de vida inadecuados que puedan llevar implícitos factores de riesgo, para aconsejar al paciente sobre la mejor forma de prevenirlos.
Los controles médicos también son extremadamente útiles frente a otras patologías, como el cáncer, que constituye la segunda causa de mortalidad en España, con una incidencia cada vez mayor. Este aumento de casos contrasta con el diagnóstico cada vez más temprano de la enfermedad gracias, según este experto, «a las campañas de detección precoz como las que se realizan en el cáncer de mama.
De ahí la importancia de los reconocimientos médicos con los que conseguimos diagnósticos mucho más tempranos, incluso de lesiones precancerosas, lo que nos permite actuar rápidamente con un menor impacto y riesgo para el paciente».
A la hora de realizar un chequeo médico es preciso tener en cuenta las características propias de cada paciente (edad, sexo, antecedentes familiares, hábitos de vida, etcétera) y sus necesidades. Este aspecto diferencial determinará algunas de las pruebas, así como la personalización del chequeo médico al que se someten los pacientes.