Los puyoles

El día en que el Barcelona conquistó la tripleta (DRAE, «conjunto de tres personas o cosas»; triplete, «secuencia de tres nucleótidos en un ácido nucleico») en el Bernabéu entró un perito judicial a recabar información sobre las cuentas. El día que el Barça fue el primer equipo español en conquistar la tri- ple corona lo hizo contra un equipo que, aunque inglés, encima, vestía de blanco. En el día en que el equipo campeón volvía a casa y era reci- bido por miles de entusiastas, en Madrid, Florentino Pérez volvía a aparecer para insuflar ilusión al decaído club que presidirá. Florentino ha tenido vista para difuminar los éxitos barcelonistas. En las comparecencias ante los medios ha conseguido renovar el impuro aire madridista y, al tiempo, recuperar las primeras páginas de los diarios, radios y televisiones. El Madrid, malversado en la indefinición futbolística, y errático en lo social y económico, necesitaba un cam- bio de política y los socios y aficionados no veían otra figura salvadora que la de Florentino. La primera vez que presidió el club lo sacó de la quiebra y ahora recupera el mando cuando, según los expertos, se ha vuel- to a colocar en cabeza de los deudores. Y ahora no hay terrenos que recalificar en la Castellana. El Barça, el mejor de todos los tiempos, es triple campeón con el importante peso de la cantera. Han ganado más sus Puyoles que sus Henrys.