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Madrid con acento porteño

Madrid, con acento porteño
Madrid, con acento porteñolarazon

No sólo de tango vive el artista argentino, eso está claro. Que se lo digan si no a Charly García. Pero incluso aquellos que optaron por otros caminos, como Julio Bocca, siempre regresan a las raíces. El bailarín, ya retirado de los escenarios, no estará en Madrid, pero sí su formación, el Ballet Argentino, que vuelve con sus dos figuras femeninas al frente, Eleonora Cassano, que fue tantas veces «partenaire» de Bocca además de fundadora del Ballet, y Cecilia Figaredo, a la que éste dio el relevo al frente de la compañía. Ambas llegan a la capital con «Clásicos y perfumes», un programa que reúne «esencias de tango, vals, jazz y bolero», según reza el programa. El nombre lo dice todo: es un conjunto de piezas con historia para abrir boca y una nueva creación –los perfumes– de Ana María Steckhelman. De esta coreógrafa se vio en Madrid «Boccatango», donde ya se dedicaba a la fusión, y «El hombre de la corbata roja» y «Adiós hermano cruel», que sirvieron de despedida en nuestro país al bailarín. El clásico es más duro«La apertura es una sección de clásicos –cuenta Eleonora Cassano– que se inicia con"El corsario", Cecilia hace "Diana y Acteón"y yo "Espartaco"». Después de un pequeño intervalo llega «la parte más divertida». O bien, como se corrigen las propias bailarinas con una risa cómplice, «más relajada». Y es que, reconoce Cassano, «el hecho de bailar clásico, quieras o no, es otro tipo de exigencia». En todo está la marca del Ballet Argentino: «Lo que une a nuestros espectáculos es el mix, el hecho de fusionar tantos estilos», aclara Figaredo. Para su compañera la clave es «la versatilidad, el poder pasar de un clásico a una obra moderna en la misma noche».Bromean cuando se les pregunte qué «perfume» les sienta mejor. «Depende de a qué hora de la noche». Ya en serio: «Me va más el tango», dicen ambas. Está claro que se debe de llevar en la sangre. «El clásico y el tango son lo más», amplía Cassano. Eso sí, añade: «Las veces que el BA ha trabajado coreografías de tango siempre es fusionado con la danza contemporánea y clásica. No es un tango de milongas».Julio Bocca estuvo al frente de la formación hasta 2007. Ahora sigue siendo el director, pero no hay una primera figura clara masculina en escena. «Nuestros compañeros son chicos que están dentro de la compañía; el mío en este caso es Benjamín Parada, Cecilia baila con Ismael Arias, y ambas compartimos escenario con varios de los bailarines», cuentan las cabezas más visibles de este nuevo «matriarcado artístico». Aunque, aclara Eleonora, «las decisiones las sigue tomando Julio». Dos años después, la sombra del bailarín no es alargada, «pero sí la extrañeza de no tenerle», corrige Cassano. Y Figaredo lo corrobora: «Se extraña su figura, al Julio Bocca bailarín y al compañero. En Argentina no ha surgido una persona con el arte que tenía Julio para estar en un escenario».Ahora, explican, «es un momento particular, la compañía lamentablemente se redujo. Éramos 16, hemos pasado a 8; todos tenemos más trabajo, bailamos más», cuenta Figaredo. El motivo, cómo no, la crisis, «si bien en Argentina hemos atravesado tantas que estamos más acostumbrados a decirlo que en Europa... Pero se siente: hay una recesión importante. Nosotros intentamos ofrecer espectáculos para que el público pase un momento lindo y se olvide de sus problemas». Con todo, en 2010 estrenarán nueva pieza, «un recorrido por la historia del tango», y celebrarán, con gira internacional, los 20 años de la compañía. El Ballet Argentino podrá verse en el Teatro Nuevo Apolo entre el 30 de junio y el 4 de julio. No será la única muestra del sabor porteño en Madrid: coinciden estos días dos piezas con diferentes formas de entender el género: «Divino tango» y «Tango Quattro». La primera es una propuesta de baile para diez bailarines y bailarinas, cinco parejas encabezadas por los creadores del montaje, Adrián Aragón y Erica Boaglio, con músicas de Gardel, Piazzola, piezas de los años 40, contemporáneas, incluso mezclas electrónicas. «Intentamos seguir una línea muy actual que refleje a la gente de la calle», cuenta Boaglio, que explica quien hace 5 años que formaron la compañía y que, desde el principio, «siempre nos gustó trabajar sobre una línea moderna».Pocos espectáculos nuevosHay en su país, lamenta la artista, «demasiado tango clásico, al menos en lo que respecta a espectáculos. Se están haciendo cosas nuevas, pero solamente de música. También hay bailarines aislados que intentan evolucionar. Pero hay muy poca obra que reúna todo eso». Su propósito: «No quedarnos con la imagen del tanguero con la flor en la boca». Esta propuesta estará en el Teatro Bellas Artes del 1 al 19 de julio.Y de virtuosismo, pasión y sensibilidad se llena el Teatro Lara, que celebra, con la rosa entre los dientes, el décimo quinto aniversario de «Tango Quattro»: «Para nosotros es una deuda que teníamos con la capital, puesto que nacimos aquí», comenta Adrián Rodríguez, uno de los cinco componentes del grupo. Después de su éxito en 2002 con «Estación Tango», que estuvo casi cinco meses en cartel, este quinteto ha creado un espectáculo compuesto por quince piezas donde el protagonista principal es el tango instrumental en la que se interpretarán las mejores partituras del género, desde la guardia vieja de principio de siglo al revolucionario Piazzolla, rozando las melodías de prestigiosos compositores como Playa, Salgán y Troilo. Un espectáculo donde, además de los instrumentos, sonarán los versos de Borges y Cortazar. Una buena combinación que se completará con la actuación de los bailarines Julio y Veronique. «Tango Quattro» puede verse en el Teatro Lara hasta el 12 de julio.

Fútbol, familia, folclore y otras pasiones del río de la plataCuenta Erica Boaglio, bailarina y creadora de «Divino Tango» junto a Adrián Aragón, que el espectáculo, con el que vienen por primera vez a Madrid como compañía va más allá del baile: «Tocamos temas como el fútbol, las fiestas familiares, el folclore de la Argentina, del interior del país». Es una producción cien por cien bailada pero que quiere ir un paso más allá, servir de espejo de la Argentina actual. «Refleja una vida urbana, con todos su pros y sus contras: la lucha por el poder entre hombres y mujeres, la seducción de la mujer argentina...», cuenta la bailarina, que no podrá actuaren Madrid debido al mejor motivo imaginable: está esperando un hijo.