Sevilla
«Me enorgullece la respuesta vecinal con la Alianza»
«En el barrio hay gente de todos los partidos; evité politizar el asunto»
SEVILLA- La plaza de la Alianza y su cambio de nombre por Indalecio Prieto, abortado por los vecinos, ha puesto de relieve la labor callada y la unidad del movimiento vecinal del barrio de Santa Cruz. Su presidenta, María José del Rey, ofrece a LA RAZÓN de Sevilla las claves de su particular «lucha» contra esta medida concreta del Ayuntamiento. –Este equipo de Gobierno se ha caracterizado, en varias ocasiones, por no hacer concesiones a los vecinos en sus protestas, mostrándose implacable en sus decisiones. ¿Cuál ha sido la clave para ganarle la «batalla» al Consistorio con el cambio de nombre de la Alianza? –El delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha dicho que el cambio no estaba decidido del todo, cosa que no es verdad porque los vecinos llevan mucho tiempo recibiendo recibos con el nuevo nombre, Indalecio Prieto. La clave, por tanto, ha sido la presión vecinal y los argumentos razonables que dimos al Pleno. También ha sido muy importante –y yo lo quise destacar para dejar claro que no era una cuestión política– la carta escrita por la Academia Sevillana de Buenas Letras mostrando la inconveniencia del cambio. –Usted ha resaltado en otras ocasiones que no ha sido sólo una lucha librada el día 6 de julio, cuando se manifestaron contra la retirada de los azulejos, sino que llevan años peleando.–Así es. Llevamos muchos años, yendo al Pleno –de donde nos echaron una vez–, al Defensor del Pueblo con las 1.500 firmas en contra, a la Academia de Buenas Letras... Estaba convencida de que el Ayuntamiento tenía que ceder. Era de lógica porque no había ningún consenso con los vecinos. Eso sí, quiero dejar claro que no es cuestión de «ganar» al Ayuntamiento. Me gustó que Torrijos dijera que congeló el cambio de nombre porque le llegó «la voz de los vecinos».–Santa Cruz ha demostrado tener un vecindario articulado, unido y con reflejos para defender sus criterios.–La misión de los vecinos fue importantísima. A las cuatro de la tarde del día 6 ya estábamos repartiendo panfletos. Fue una actuación rápida y los vecinos respondieron muy bien. Estoy muy orgullosa de que el barrio haya apoyado desde el primer minuto. Otra presidenta me comentó al llegar yo que Santa Cruz no es un barrio que se manifieste, pero no es así. En esto estábamos todos de acuerdo.–Para usted ha sido importante desligar el debate del terreno meramente político, ¿cierto?–Por eso nos amparamos en la nota de la Academia. Nunca nos hemos metido en el debate sobre qué nombres ponen a las calles. En este barrio hay gente de todos los partidos y nunca quise dejar entrar a la política en este asunto. De hecho, se lo dije al PP cuando nos echó una mano, aunque agradezco mucho su ayuda, sobre todo de Amidea Navarro. –Por delante les quedan aún otras «batallas» con el Ayuntamiento, como sucede con el cierre del centro al tráfico y los graves problemas de movilidad en el vecindario.–Éste es un tema que hay que tratar despacio, dando buena información a los vecinos y facilidades para entrar en sus casas. Veremos a ver cómo va a repercutir el cierre. Espero reunirme tras el verano con el Ayuntamiento, pero una sola salida para el barrio (la de la calle Águilas) es poco. Debería haber otras salidas y entradas porque los vecinos están cercados cada vez que pasa algo. No sé de qué manera se podrá hacer, es algo que tienen que estudiar los técnicos municipales, pero la movilidad del barrio pasa por dos entradas. En cuanto a los aparcamientos, he pedido que sean accesibles a los vecinos.
En primera personaMaría José del Rey, sevillana de la cosecha del 51, lleva tres años de su vida dedicada en cuerpo y alma a Santa Cruz. Hace 30 fijó su residencia en el barrio y, al menos hasta 2010, tiene comprometida su presencia al frente del movimiento vecinal. Gracias a un talante conciliador, basado en la sensatez y la buenas maneras, ha logrado convencer al Ayuntamiento de sus criterios en más de una ocasión. Ocurrió con los fresnos de la Contratación y hace escasos días con la plaza de la Alianza. Valora la diversidad de un barrio eminentemente turístico y se mantiene siempre alejada de las diatribas políticas, aún cuando su labor le obliga a estar en permanente contacto con los políticos. Fuera de los grandes titulares, mima con dedicación la vida cultural y social del barrio.
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