Ciencias humanas
Menos embarazos múltiples en reproducción asistida
Cuando el especialista en reproducción asistida selecciona varios embriones para ser implantados en una mujer que aspira a procrear, el método de elección no es otro que la mera observación bajo el microscopio. Al final, con el fin de aumentar las probabilidades de éxito del ciclo de fecundación in vitro se implantan varios embriones y el resultado es que hasta en el 30 por ciento de los casos lo que se obtiene es un embarazo múltiple. Los investigadores aspiran a ser más precisos a la hora de escoger un embrión de forma que, implantando sólo uno, éste tenga grandes probabilidades de anidar. Además del análisis visual, otra posibilidad es la que se lleva a cabo utilizando procedimientos invasivos, «y la desventaja es que al biopsiar el embrión para diagnosticar las anomalías se daña, con lo que la ventaja de eliminar la anormalidad se contrarresta con la transferencia de un embrión dañado técnicamente», argumenta el doctor Antonio Pellicer, copresidente del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en el seno del III Congreso Internacional IVI sobre Medicina Reproductiva, que reunió en Madrid a destacados especialistas en la materia.
MetabolómicaActualmente se sabe que el metabolismo de un embrión puede proporcionar sólidas pistas con respecto a su viabilidad. «Si somos capaces de analizar lo que un embrión consume y lo que expulsa en el medio de cultivo donde se desarrollará durante unos días, podemos conocer su salud. Es algo semejante a si conocemos los parámetros sanguíneos de un paciente (colesterol, azúcar, tensión...) y sabemos lo que consume (comidas, tabaco, alcohol, etc.), con eso nos haríamos enseguida una idea de si el paciente está sano o no» – explica Pellicer. Es decir, estudiando el medio de cultivo del embrión podremos elegir el más apto para la implantación.Gracias a la tecnología podemos detectar de forma precoz y no invasiva el perfil metabólico de los embriones en su medio de cultivo, el denominado Índice de Viabilidad. Además, ayuda a la detección de anomalías cromosómicas causantes del Síndrome de Down, Síndrome de Turner, etc. Estamos ante una técnica que será de aplicación necesaria en los laboratorios de FIV en un futuro inmediato», concluye Pellicer. Otro tema destacado que se vio en la reunión científica fue la posibilidad de usar células madre extraídas de los testículos de niños que van a someterse a un tratamiento contra el cáncer para reestablecer posteriormente la función reproductiva alterada por la agresividad del tratamiento.
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