Barcelona

Montilla augura fusiones entre cajas aunque no a corto plazo

Esquerra teme que la legislación estatal facilite concentraciones de poder en pocas manos y el Govern no lo impida.

Montilla augura fusiones entre cajas, aunque no a corto plazo
Montilla augura fusiones entre cajas, aunque no a corto plazolarazon

La crisis financiera obligó a las cajas de ahorro de Cataluña a abrir un proceso de reflexión para plantearse la posibilidad de fusionarse. Varias entidades exploran desde hace algunas semanas la idea de la integración con el propósito de afrontar en mejores condiciones las exigencias del mercado. Aunque por el momento se desconoce qué entidades pueden acabar experimentando una fusión, sí que está claro que van a producirse procesos de esta naturaleza a medio plazo. Así lo dio a entender ayer el presidente de la Generalitat, José Montilla, durante la sesión de control.

Montilla, que ha tenido numerosos contactos con los directivos de las cajas catalanas en los últimos meses, explicó que estas entidades son «conscientes» de que tienen «la necesidad de ganar dimensión para poder competir en el mercado» y añadió que «saldrán iniciativas» en este sentido. No obstante, precisó que no se producirán «a corto plazo».

El president insistió durante su intervención parlamentaria en que no hay un problema de solvencia por parte de las cajas y lanzó «un mensaje de confianza a los ciudadanos de Cataluña porque pueden estar tranquilos con sus ahorros». «La situación de nuestras cajas es buena», resumió. Hecha esta aclaración, Montilla auguró procesos de fusión con el argumento de que la integración financiera será necesaria para poder sobrevivir a un mundo global.

Las explicaciones de Montilla se produjeron después de una pregunta del presidente de ERC, Joan Puigcercós, quien teme que una modificación de la legislación estatal acabe por afectar a las entidades catalanas. Hay que recordar en este punto que la ley española contempla medidas para evitar abusos y concentraciones de poder, ya que limita a los cuotapartícipes a tener un máximo del 5 por ciento de las cuotas de una entidad.

Puigcercós cree que «existe el peligro de que los problemas de una caja de Madrid con el ayuntamiento madrileño sean la excusa para modificar la legislación estatal» con la consiguiente alteración del mapa catalán.

Según el líder de ERC, la nueva ley española también podría «condicionar o vetar el proceso de concentración de cajas. «Eso sería tanto como desvirtuar lo que ha sido una garantía de éxito territorial del modelo de cajas de ahorro en Cataluña», advirtió.

Sin intervención

Lo que no es de prever es que el Banco de España acometa una intervención al estilo de Caja Castilla La Mancha. Ayer mismo lo reiteró la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado. Sin embargo, el aumento de la morosidad –un problema que sí que están sufriendo las cajas catalanas– puede acabar provocando una intervención del Banco de España, siempre y cuando los índices se aproximen superan el 10 por ciento, un porcentaje que, de momento, no alcanza ninguna caja catalana. (Más información en pág. 35)

El panorama catalánEl panorama de cajas de ahorro en Cataluña es muy particular. Se trata de la comunidad con un mayor número de entidades, diez, que presentan un fuerte arraigo social en sus respectivas zonas de acción. Dos de ellas presentan unos activos que superan los 50.000 millones de euros, La Caixa (260.827) y Caixa Catalunya (63.627). El resto, las llamadas cajas comarcales, oscilan entre los 23.092 de Caixa Penedès y los 2.630 de Caixa Manlleu. El abismo que separa a las dos cajas principales del resto hace muy factible la fusión a dos, tres, cuatro o incluso ocho manos. Con este punto de partida, las quinielas están servidas. Hay rumores que apuntan a que Caixa Catalunya, por su dimensión, podría absorber a alguna de las pequeñas, concretamente a las cajas de Tarragona y Girona. Tres entidades de origen provincial y con participación pública, dado que están controladas por las respectivas Diputaciones. O que las pequeñas sumen esfuerzos para formar una nueva entidad que rivalizaría con la propia Caixa Catalunya en volumen de activos y con Caixa Penedés, la más grande de las pequeñas, al frente. Aunque, públicamente, al menos, todas ellas han mostrados sus recelos hacia una posible fusión.