Nadal: «Todo esto es momentáneo»

indian wells- Es el número uno del mundo, pero no hay atisbo de altanería en él. Rafa Nadal se deshizo de Andy Roddick en las semifinales por 6-4 y 7-6 (5) y hoy se enfrentará a Andy Murray, que hace oposicioones para convertirse en el próximo enemigo íntimo del español. Murray derrotó a Federer en tres sets (6-3, 4-6 y 6-1). Nadal, humilde y maduro en cotas extremas para un joven de 22 años, mantiene la prudencia en el mejor arranque de temporada de su carrera: «Todo esto es momentáneo y va a pasar; si no lo supiera, en el futuro la castaña sería bastante grande».

La enésima muestra de su madurez llegó tras superar en cuartos de final de Indian Wells al argentino Del Potro. No tuvo suficiente con la hora larga en la pista y regresó a la pista para practicar su servicio. «Quiere recuperar el ‘‘feeling''», aseguraron desde su entorno. Casi una hora más tarde, Nadal, campechano y dando buena cuenta de dos galletas de chocolate –«puede que al estómago no le sienten bien, pero a la mente sí»–, reflexionó sobre su condición de ser uno de los deportistas más mediáticos del planeta.

«La vida da bastantes vueltas; hoy puedo estar aquí como número uno y dentro de cinco o diez años, ser como cualquier otra persona. En el futuro espero ser eso, alguien normal y corriente», sostuvo el español, cuya actitud al respecto le parece «lo normal».

«No creo que sea un tema de mantener los pies en el suelo», explicó. «El que no lo hace es el que comete el error; hay que estar preparado para asumir el éxito y también la bajada. Si uno se va muy para arriba, tiene que bajar mucho más después», argumentó con sencillez.

Al manacorense no le dejan de preguntar por las «sensaciones» que pueda albergar llevar el título de número uno a la espalda, pero es muy tajante al respecto: «Te prometo que ni me levanto ni me acuesto pensando que lo soy. Sólo pienso que tengo un partido y que tengo que jugar lo mejor posible para llevarme la victoria; esas sensaciones de ser número uno o número dos, como lo he sido los últimos tres años... Mi cambio es cero. No me voy a la cama más feliz ni con más seguridad de que voy a ganar al día siguiente, sino con los mismos objetivos y la misma ilusión». Y ese objetivo es seguir mejorando. Cada vez que salta a una pista, es su reto. «Si no fuera así, daría igual ser el número uno, el dos, el tres... porque iría a peor», aseguró. Pero es consciente de que el número uno no le hace «ganar más partidos».

El quinto «grande» de la temporada ya conoce qué dos tenistas disputarán la final femenina. La serbia Ana Ivanovic y la rusa Vera Zvonare va se jugarán el título después de unas semifinales en las que no hubo sorpresas. Ivanovic se deshizo sin problemas de Pavlyuchenkova. La rusa, que todavía no ha cumplido la mayoría de edad, sólo fue capaz de hacer cinco juegos en su primera semifinal en el circuito WTA. La serbia se impuso por 6-2 y 6-3. Zvonareva también superó cómodamente en dos sets a la bielorrusa Victoria Azarenka. La que es su pareja habitual en dobles cayó por un doble 6-3.