Nicaragua da asilo al líder indígena

Durante estos días el mandatario Alan García acusó a Venezuela y Bolivia de financiar las revueltas indígenas. Ahora es otro país de la órbita bolivariana, Nicaragua, el que otorga refugio y asilo político al líder indígena Alberto Pizango, contra quien se emitió una orden de detención por los delitos de rebelión y sedición a raíz de las violentas protestas de los últimos días en tres regiones amazónicas de Perú.
«Acabo de recibir un informe de la Embajada de Nicaragua, que dice que en la tarde de hoy –por ayer– se refugió el ciudadano Alberto Pizango, y el Gobierno (de ese país) lo ha aceptado», sostuvo el primer ministro peruano, Yehude Simon.
La vicepresidenta de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonía (Aisedep), Daysi Zapata, había rechazado horas antes la hipótesis de que Pizango, quien es presidente de su organización, hubiera huido del país, y señaló que el líder indígena se encontraba escondido porque teme por su vida. Las autoridades peruanas habían insinuado que Pizango había escapado a Bolivia.
Tensa calma
Entretanto, en la población amazónica de Bagua muchos de los manifestantes que se habían escondido en las colinas por temor a represalias de las fuerzas de seguridad están ahora regresando.
Cuando alguien vuelve es recibido con aplausos por los habitantes locales, muchos de los cuales han donado alimentos y ropa a la iglesia, donde centenares de personas han buscado refugio.
La mayoría de los indígenas que están llegando pertenecen a las tribus Awjun y Wampis, quienes viven cerca de la frontera de Perú con Ecuador y viajaron durante varios días río abajo para participar en las protestas que han dejado más de 50 muertos.
Sin embargo, las cifras podrían variar, puesto que continúan los insistentes rumores de que la Policía escondió los cuerpos de algunos manifestantes. El Gobierno ha negado estas acusaciones, mientras que la Defensora del Pueblo desmintió la existencia de fosas comunes.
Por otro lado, las movilizaciones y paros en las regiones amazónicas, que cumplen dos meses, continuarán a pesar de los episodios violentos del pasado viernes en Bagua, hasta lograr la derogación de los decretos legislativos promulgados por el mandatario en 2008, en el marco del proceso de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos.
Los indígenas se oponen a los planes gubernamentales que autorizan la perforación en busca de petróleo y gas en la región.
Por su parte, la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso, presentó su renuncia irrevocable ante el presidente, Alan García, por estar en desacuerdo con el Gobierno Nacional por el manejo del conflicto de los nativos.
Vildoso confirmó que «he presentado mi renuncia irrevocable y la hice llegar al Palacio de Gobierno. Anteriormente no tuve intención de renunciar», dijo en declaraciones a medios peruanos.

El «instigador» del Amazonas
De 43 años, Alberto Pizango es presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep). Es un maestro del pueblo Shawi-Campu Piavi y en sus presentaciones usa un tocado de plumas y viste túnicas típicas. Es considerado por el Gobierno peruano como el instigador de las revueltas que han causado 50 muertos.