Investigación científica

Nuestras defensas

La Razón
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Nos cuentan hasta la saciedad cosas acerca de nuestras defensas: que hay que reforzarlas en los cambios de estación, cuando padecemos estrés, cuando dedicamos muchas horas diarias al trabajo o cuando estamos expuestos a coger un virus cualquiera. Pero, ¿sabemos qué son las defensas? Pues, ni más ni menos que una serie de células encargadas de defendernos de las agresiones externas, bacterias o cuerpos extraños. Forman parte del sistema inmunitario del cuerpo humano que consiste en el conjunto de células y órganos responsables del mismo. Este sistema tiene tres elementos diferentes: por un lado los órganos inmunitarios centrales, por otro la médula ósea, que es la base de generación de las células inmunitarias y, finalmente, los órganos inmunitarios secundarios o periféricos. Existen múltiples síntomas que pueden ser indicativos de que nuestro organismo tiene sus defensas bajas, como cansancio, fragilidad de cabello o pequeños herpes en la boca. Cuando esto sucede es hora de llevar a cabo una potenciación de nuestras defensas, y, como siempre, poner cuidado en nuestra alimentación: alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales, cuidar nuestros niveles de hierro y vigilar el exceso de lácteos; dormir la cantidad de horas que exige nuestro organismo; realizar ejercicio de intensidad moderada y de forma regular; evitar el estrés con un ritmo de vida más tranquilo y relajado, dentro de lo posible; estimular la circulación con baños de temperatura alterna, y, cómo no, recurrir a complementos dietéticos con el consejo del especialista. Así, pues, manos a la obra, que tenemos todo un invierno por delante.