El Cairo
Obama y Merkel visitan el campo de concentración nazi de Buchenwald
El presidente de EEUU, Barack Obama, hizo hoy un llamamiento a favor de la tolerancia en su visita al campo nazi de concentración de Buchenwald, en la ex Alemania del Este, para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto judío y de la II Guerra Mundial.
En unas declaraciones a la prensa tras su visita, Obama afirmó que "aún queda gente que niega la existencia del Holocausto. Esas afirmaciones carecen de base, son ignorantes y odiosas. Este lugar es el desmentido definitivo".
"En este siglo también hemos visto genocidio, niños usados como soldados, la violación como arma. Debemos ser vigilantes contra toda forma de odio y debemos rechazar la idea de que el sufrimiento de otros no es nuestro problema", sostuvo Obama.
"No olvidaré lo que he visto hoy", prometió el presidente estadounidense.
Momentos antes, la canciller alemana, que acompañó al presidente estadounidense en su visita junto a dos de los supervivientes del campo Elie Wiesel y Bertrand Hertz, declaró que "me inclino ante todas las víctimas"del nazismo y aseguró que los alemanes tienen la responsabilidad de garantizar que los horrores vividos en los campos "nunca más volverán a repetirse".
Pero, sin duda, el momento más emotivo del evento correspondió a Wiesel, al que Obama cedió la palabra.
El escritor recordó cómo vio a su padre morir apenas tres meses antes de la liberación del campo y aseguró que "el mundo no ha aprendido. Si no, no se hubiera producido una Ruanda, una Bosnia".
"Ha llegado el momento para la paz", afirmó en alusión al proceso de paz entre israelíes y palestinos, "basta de acudir a los cementerios".
A su llegada, Obama depositó una rosa blanca sobre la lápida que recuerda a los cerca de 56.000 fallecidos en el campo.
A continuación, hicieron un recorrido por el área donde antaño se encontraban los barracones que albergaban a los prisioneros del campo, que en su día llegó a contar con 130 campos satélite y extensiones.
Obama depositó otra rosa blanca en el monumento central del campo, donde guardó unos momentos de silencio antes de escuchar las explicaciones que le proporcionaban la canciller y los supervivientes del campo.
El grupo, caminó después, en medio de un profundo silencio, al área conocida como "el Campo Pequeño", un anexo del campo principal separado por alambradas de espino y donde el trato a los presos era aún peor. Tanto Wiesel como Hertz fueron enviados allí.
El campo de concentración de Buchenwald era uno de los mayores en la Alemania nazi y se calcula que cerca de 56.000 personas, la mayoría de ellas judías, murieron en sus instalaciones durante la II Guerra Mundial.
Uno de los tíos abuelos de Obama, Charles Payne, formaba parte de las tropas estadounidenses que contribuyeron a liberar el campo.
En una rueda de prensa hoy junto a la canciller alemana, Angela Merkel, Obama afirmó que ha venido al campo de concentración no sólo para reflexionar sobre "los peligros (que surgen) cuando las personas entran en conflicto y no ven la humanidad que comparten".
También, añadió, para celebrar "cómo de esa tragedia ha resultado una Europa unida y una Alemania que hoy es aliada de Israel, y las posibilidades de reconciliación, del perdón y la esperanza".
Se calcula que el campo dio cabida a unos 250.000 presos entre su inauguración en julio de 1937 y su liberación, en abril de 1945. Cuando fue liberado albergaba todavía a unos 21.000 detenidos, 4.000 de ellos judíos.
Tras la guerra, el campo quedó bajo control soviético y se utilizó inicialmente para presos políticos.
Después de la reunificación de Alemania se incidió en reflejar su pasado tanto como campo de concentración como de prisioneros soviéticos.
La visita de Obama al campo se produce un día después de que el presidente pronunciara desde El Cairo un discurso al mundo musulmán en el que invitó a un "nuevo comienzo"en las relaciones entre EEUU y los creyentes islámicos.
Obama finalizará su estancia en Alemania -la tercera etapa de una gira que ya le ha llevado a Arabia Saudí y Egipto- con una visita a la base militar estadounidense de Landsthul, cuyo hospital trata a los heridos en las guerras de Irak y Afganistán.
El presidente estadounidense tiene previsto viajar esta misma noche a Francia, donde mañana participará en los actos de conmemoración del 65 aniversario del Desembarco de Normandía.
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