Barcelona
«Padezco Josetomatosis crónica»
Usted es un orfebre de la frase brillante, un buscador de greguerías en el siglo XXI. ¿Qué da por encontrar una?-Doy mi alma literaria. Es cierto que me encanta encontrar una frase que pueda quintaesenciar lo que uno quiere decir, pero cuesta, le aseguro que cuesta bastante. Al final una frase brillante es como una pepita de oro.-Y ahora escribe «José Tomás, un torero de silencio». ¿Por qué?-Porque padezco josetomatosis crónica, una enfermedad incurable. Este hombre me fascinó la primera vez que lo vi torear porque tiene una cabeza privilegiada y la gran virtud de que sólo le tiene miedo al fracaso; nunca engaña, «siempre da liebre por gato». -¿Qué tiene que ver José Tomás con las mujeres de ETA o con Rafi Escobedo, los temas en los que parecía especializado?-Nada. Escribir este libro ha sido una huída, quería escapar de los muñecos rotos o de los asesinos de la banda etarra, dejar a los perdedores y encontrar a un triunfador. Es cierto que a mí me gusta más la estética de la derrota, pero la figura de José Tomás me atrae irresistiblemente porque con él he aprendido a soñar lo que soy y no a ser lo que sueño. -Hoy se encierra con seis toros en Barcelona y hay gente que ha llegado a pagar 3.421 euros por una entrada. ¿No le parece una locura?-Puede ser, pero tenga en cuenta que a José Tomás es mucho más que un torero, es un fenómeno social. -Su otra pasión es el Real Madrid. ¿Qué opina del fenómeno Florentino?-No es mi tipo, yo soy más calderoniano, pero hacer un equipo a golpe de talonario me chirría, sobre todo porque da la impresión de que todo lo paga de su propio bolsillo. Es como si hiciera las cosas de forma altruista, y eso no me gusta. -Hace poco más de una semana moría Michael Jackson, ¿qué opina de todo lo que estamos viviendo en torno a su muerte?-Es el espectáculo de la noticia. Que quede claro que me da igual su muerte porque en mí ha influido mucho más Bambino que este muchacho. Admito que para muchos era un primer espada, pero ahora me parece un cadáver exquisito expuesto como festín para el espectador-cuervo. -No será para tanto... -De verdad. Dicen que se movía muy bien, pero yo prefiero los movimientos de Chiquito de la Calzada, quizá porque ya estoy entrado en años y salido en carnes. -¿Usted no se operaría para mejorar su aspecto?-A lo mejor me hacía un injerto de pelo porque mi incipiente calvicie me hace menos atractivo, pero sobre todo me operaría el cerebro para tener el talento de los que admiro. -Dicen que usted es un fanático de los balnearios. ¿Por qué?-Porque la primera vez que fui al Balneario me obligaron a pasar por consulta y descubrieron que en mis análisis sólo estaban bien mi nombre y la firma del médico, me encontraron de todo. Así que desde entonces necesito ir para recargar las pilas, controlar el azúcar...
PERFILMatías es de los últimos románticos del periodismo, un cascarrabias incurable, un provocador vocacional, un inconformista vital peleado con el mundo. Defiende lo indefendible y lucha contra lo establecido, es así, pero se le quiere y se le admira aunque se empeñe en convertirse en el portavoz de los malditos. Ahora acaba de escribir un libro «José Tomás, torero de silencio», y lo edita él mismo porque no permite que nadie le ponga trabas a los que cuenta.
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